Venga, hagamos repaso del confinamiento. Y de sus posibilidades. Extraigamos el oro que habita en toda soledad, en todo aislamiento, en las casas llenas de actividad, en las casas con una persona sin más compañía. Hagamos tareas beneficiosas. Intentemos la vida aunque sea en clausura. Porque el espíritu de lucha y supervivencia nos exige intentar la vida a pesar de la vida.
Este es el día en que puedes vencer miedos y parálisis, un día especial entre tantos días que pasan sin pena ni gloria, sin acontecimientos para recordar. Lanzamos algunas propuestas para salir airoso de la adversidad: