En busca del tiempo perdido: encerrados en casa

En la segunda quincena del mes se ha decretado el estado de alarma y el confinamiento por cuestiones de salud pública, la nuestra, que está en riesgo por este coronavirus. Estamos en casa, tal vez en compañía o solos. Todas nuestras actividades cotidianas se han parado, al menos en la calle. Estamos encerrados entre nuestras lindas paredes. Con nuestro yo, nuestra familia, nuestras emociones y nuestros miedos.

Ten cuidado con lo que sueñas, no vaya a ser que se te cumpla. ¿Cuántas veces no hemos soñado con estar en casa para hacer esas mil cosas que no podíamos por el estrés y las obligaciones fuera de ella? Tantas quejas diarias imaginando al menos quince días para dedicarnos a estar en casa haciendo lo que más nos gusta.

Padre solo hay uno

Con la película La vida es bella (Roberto Benigni, 1999) evocamos la figura de un padre marcado por la tragedia del holocausto que, sin embargo, cuida a su hijo con amor y juego para que viva la experiencia como una aventura. No cabe mayor entrega e imaginación que la de ese hombre que desea salvar a su hijo del infierno de la Segunda Guerra Mundial, como si no hubiera pasado por ella.

Pero no es la única muestra de la figura del padre como héroe y ser humano grandioso y contradictorio. Desde el cine, como documento audiovisual del último siglo, hay cientos de filmes maravillosos en los que se analiza el paradigma paternal desde ángulos diversos: del peor al mejor, del tierno al perverso, del consciente y comprometido al ausente.

Cocina mediterránea en Málaga

Aunque todas las gastronomías locales son dignas de probar, hoy vamos a señalar la de Málaga y solo unos pocos platos, pues cada localidad de la provincia tiene sus platos típicos. Se trata de una cocina mediterránea donde reina el pescado y el marisco. Aunque hoy es posible comer casi de todo en cualquier parte y no faltan los restaurantes de distintas nacionalidades, lo ideal es paladear lo local con todos los sentidos.

Parece que hay consenso en que el espeto de sardinas se ha convertido en un símbolo de la cocina malagueña en los merenderos y restaurantes a pie de playa. El espeto consiste en ensartar las sardinas en cañas y brasearlas con leña en la arena. Normalmente se utiliza una pequeña barca encallada en la playa como fogón, aprovechándolo además para otros pescados a la brasa.

Medina Azahara: ciudad de las mil y una noches

Apenas a ocho kilómetros de Córdoba es posible revivir cómo fueron los escenarios de Las mil y una noches en Medina Azahara. Una ciudad mítica, cuyo yacimiento arqueológico se declaró Bien de Interés Cultural en 1923 y Patrimonio de la Humanidad en 2018. En proceso de reconstrucción desde hace varias décadas, hoy luce como un yacimiento que narra el esplendor de un califato. En su momento, fue una ciudad palaciega que se edificó por orden de Abderramán III, califa de Córdoba, como deseo de destacar su poder sobre otros califatos y, según la leyenda, tomando el nombre de una de sus esposas, Azahara, y en su homenaje por haberle propuesto la construcción. Considerada la Versalles nacional de la Edad Media, está reconocida tanto por su arquitectura como por su paisaje, su urbanismo y su trascendencia histórica.

En busca del futuro: las mujeres

Desde el Hammam no nos cansaremos nunca de enarbolar marzo como el mes de las mujeres. No renunciamos al hecho trascendental de abanderar la importancia de la mitad de la población mundial, por su fuerza y sobre todo porque en las mujeres hallamos más del cincuenta por ciento de nuestros logros. El futuro está en manos de mujeres y hombres con las manos unidas, en la ciencia, en la labores cotidianas, en el nacimiento de nuevas criaturas. Todo depende de nosotras, las niñas que nacimos hembras sin buscarlo. Tantas niñas desechadas en muchos países, asesinadas, abortadas, víctimas de la ablación (más de doscientos millones) o el abandono y millones de niñas prostituidas. Parece que este mundo no sabe reconocer que de esas niñas ahora depende su futuro. Sin madres no hay gente. Sin mujeres no hay vida. Somos las mujeres el big bang de la Tierra.

No te pierdas la vida

En cada ciudad, cada pradera, cada pueblo o pedanía, cada restaurante, cada café a media tarde, te espera la vida. Porque la vida se explaya a cada instante en cualquier parte. No dejan de correr los ríos, no deja de amanecer, no descansa el mar ni sus mareas, no cesan las luces ni las festividades. Ahora el carnaval.

No se paran los relojes ni se detiene el tiempo por más que uno se esconda. A cada paso asaltan los acontecimientos, la naturaleza y las personas. Parece mentira que todo lo que nos rodea se nos regale tan abiertamente. Hay que aprovecharlo. No te pierdas algo de un gran todo, porque te estarás perdiendo a ti mismo.

Propuestas de latido y respiración:

Milagro o lógica: lo que hacemos con las manos

Pensamos en clave de  invierno. Descubrimos lo que apenas merece atención y sin embargo merece toda la atención. Qué hacen las manos: mil cosas cotidianas y extraordinarias: gestualizar mientras dialogamos, practicar la comunicación no verbal y no consciente (Flora Davis, una joya de ensayo para conocernos), expresar sentimientos, acariciar, apretar en los abrazos, cocinar los alimentos, teclear móviles y portátiles, tocar música, preparar recetas, tomar el pulso a la fiebre, palpar la madurez de un fruto, rozar las mejillas, el pelo o los labios, sujetar o impedir una caída, sembrar plantas, limpiar las superficies y los rincones, organizar los ladrillos y los cimientos, decorar los espacios habitables, sanar las heridas, servir las copas, escribir en la pizarra los quebrados y  ecuaciones, señalar direcciones, cambiar pañales de bebés, inyectar el medicamento, maquillar las ojeras, pintar los labios, peinar los cabellos, extraer los minerales, regar las flores y los arbustos, tejer prendas de abrigo, bordar motivos, dibujar escenas de animación, pintar el arte clásico o de vanguardia, hacer esculturas, enviar mensajes a través de las redes, dar placer, aliviar las tensiones del otro. Y mucho más.