Lo que sabes y no sabes. Lo que practicas y lo que no. Lo que te interesa y lo que desdeñas. Todo es cultura. Tu mirada sobre las cosas es cultura. Tus habilidades son principios de cultura antigua y actual. Más que nunca hemos aprendido en este confinamiento y en una circunstancia hostil entre la vida y la muerte que en la cultura estamos todos: creadores, espectadores, lectores, desinteresados, ensimismados en su pequeño mundo. Todos. Hacemos cultura cada día sin ser conscientes. Cada persona en su ámbito representa cultura.
Desde luego que hay quienes se dedican a la cultura con mayúsculas, como profesión y aspiración: actores, artistas, directores, escritores, músicos, bailarines, y otros. Pero no tienen el patrimonio de la cultura solo los que trabajan directamente en ella. La cultura está también en cada cual, construyendo miradas y actos y trabajo y cotidianidad. Veamos a qué nos referimos.