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El clima invernal y las bajas temperaturas pueden poner en riesgo la salud y estética de una piel cuidada y bonita. Por ello, con la llegada del frío, es necesario extremar los cuidados dermatológicos y seguir una rutina específica para cuidar la piel de una manera especial en esta estación del año.
Desde Hammam Al Ándalus te contamos a continuación cómo proteger la piel del frío con algunos consejos con los que conseguir cuidar la piel en invierno de una manera especial.
¿Por qué cuidar la piel en invierno de forma especial?
No solo las altas temperaturas, el sol y el cloro dañan la piel. En invierno son diferentes los factores que también pueden poner en peligro la salud y bienestar de la piel. Por ello, en esta estación debemos extremar los cuidados para lucir una piel bonita y en perfecto estado.
El frío puede llegar alterar la capa protectora de la piel, la barrera cutánea que actúa como escudo protector de la piel, originando picor, rojeces e incluso tirantez. Esta situación puede agravarse en personas con la piel sensible o seca.
Además, a medida que la temperatura baja, los vasos sanguíneos se vuelven más estrechos, obstaculizando el riesgo sanguíneo y dificultando la absorción de nutrientes en la piel. Por ello, es frecuente que la piel luzca más apagada en invierno o en lugares con temperaturas frías. Además, la piel se renueva más lentamente cuando la circulación sanguínea es menos eficiente. Esto puede provocar una acumulación de células muertas en la superficie de la piel, quedando desprotegida y con un aspecto más apagado. En caso de que además de frío también haya viento, la piel puede llegar a sufrir procesos de deshidratación e irritaciones.
La epidermis también puede verse perjudicada con el uso de calefacciones u otros elementos de climatización en recintos cerrados. Los cambios bruscos de temperatura también pueden agredir a la piel e incrementar el número de personas con problemas dermatológicos.
Cómo cuidar la piel de la cara en invierno
Teniendo en cuenta como el invierno y las bajas temperaturas pueden dañar nuestra piel, tanto del cuerpo como del rostro, es fundamental conseguir establecer una rutina con la que aportar hidratación, salud y bienestar a la piel. Desde Hammam Al Ándalus te recomendamos tomarte tiempo para ti y para el bienestar de tu piel. El invierno también es la estación perfecta para mimarnos, relajarnos e hidratarnos, tanto por dentro como por fuera.
Por ello, en esta época del año, es necesario aplicar productos nutritivos y muy hidratantes para nuestra piel. Por supuesto, disfrutar de un relajante recorrido por nuestro spa termal o de alguno de nuestros masajes con aceites esenciales puede ser la mejor forma de obtener beneficios de manera casi instantánea.
Consejos para cuidar la piel en invierno
Al llegar el descenso de las temperaturas es necesario realizar nuevas rutinas o extremar la protección de la dermis con el fin de evitar su deterioro en esta época del año donde tanto daño puede llegar a sufrir. Por ello, te recomendamos seguir los siguientes consejos:
- Hidratación diaria: es la clave para conseguir una piel sana y bonita. En invierno es conveniente optar por cremas hidratantes que aporten un extra de humedad en el interior de la dermis. La hidratación de manos y labios también debe extremarse en invierno.
- Limpieza facial: al llegar el invierno es altamente recomendable realizarse una limpieza facial con productos suaves con el fin de eliminar impurezas y células muertas.
- Protección solar: a pesar de que en invierno los rayos solares puedan parecer menos intensos, es fundamental aplicar protección solar diariamente para proteger la piel y evitar su deterioro.
- Higiene diaria: en los meses de invierno es necesario no abusar del agua caliente ya que las altas temperaturas directas en la piel pueden provocar su deshidratación o tirantez. Además, es fundamental secar la piel suavemente tras la ducha e hidratarla correctamente.
- Evita cambios bruscos de temperatura: es conveniente no abusar de las altas temperaturas en interiores para evitar exponer a nuestra piel a cambios bruscos de temperatura que puedan perjudicar su estado. Por ello, la temperatura óptima dentro del hogar no debe superar los 23º.
- Hidratación desde dentro: una dieta rica en antioxidantes y con un alto consumo de agua proporcionará grandes beneficios a la piel.