Ocio saludable

mente y cuerpo

Mens sana in corpore sano, el arte del equilibrio

Seguro estás familiarizado con la frase o expresión mens sana in corpore sano, pero ¿conoces su origen y significado dentro del contexto de su época? Lo primero que destacamos es que esta expresión del latín, es sacada de un poema satírico escrito por el poeta romano Decimus Lunius Luvenails (Décimo Junio Juvenal)

Recordar: la memoria nos hace libres

Hace un año o dos o tres vivíamos en toda España el esplendor de mayo desde el mismo día 1, festivo, ocasión para reivindicar derechos, defensa y homenaje a todo trabajador que hace posible la dinámica del mundo en que crecemos.

Luego, en ciudades como Córdoba, llegaban las Cruces de Mayo, esa manifestación de las flores en cada plaza cordobesa. Después, por estos días, se abrían los patios, cuidados durante todo el año para vestirse de gala ante el público durante un par de semanas, compitiendo entre ellos por representar el logro del amor a la cultura popular y la capacidad del pueblo para cuidar hogares. Ciudadanos y turistas paseaban con el buen tiempo transitando de patio en patio, de belleza en belleza, parándose a tomar una tapas, unos vinos, en cualquiera de los cientos de tabernas de una ciudad entregada a su pasado y su presente.

Plantéate un día especial

Venga, hagamos repaso del confinamiento. Y de sus posibilidades. Extraigamos el oro que habita en toda soledad, en todo aislamiento, en las casas llenas de actividad, en las casas con una persona sin más compañía. Hagamos tareas beneficiosas. Intentemos la vida aunque sea en clausura. Porque el espíritu de lucha y supervivencia nos exige intentar la vida a pesar de la vida.

Este es el día en que puedes vencer miedos y parálisis, un día especial entre tantos días que pasan sin pena ni gloria, sin acontecimientos para recordar. Lanzamos algunas propuestas para salir airoso de la adversidad:

15 propósitos que son refranes

15 propósitos que son refranes

Nuevas experiencias nos esperan a la vuelta de la esquina. Ya que el nuevo año nos recibe con promesas de historias fascinantes. Has escrito cuáles serán tus propósitos para esta nueva etapa. Ahora que te encuentras como en una montaña rusa, con ganas de recibir esos nuevos buenos momentos que te deparará el 2020…

Volver cuando necesito volver

“Y volver, volver, volver… a tus brazos otra vez”, esa ranchera que cantaba Vicente Fernández, compuesta por el mexicano Fernando Maldonado: https://www.youtube.com/watch?v=ugNQ5uIN09Q. Claro, era esto, volver a los brazos del agua quieta, caliente, fría, templada, en vapor, acariciándome manos que relajan e insuflan vitalidad. La paz, el equilibrio. No se trata de un juego, un lujo o un capricho, una experiencia turística, un sueño que se cumple una vez y no más. El agua y las termas no son flor de un día, sino costumbre, tradición, encuentro con el yo, necesidad personal de hallazgo con la naturaleza y elevación del espíritu. Debo volver volver al Hammam cuando lo necesito, cuando el tiempo acucia y acecha con su estrés y sus obligaciones, cuando la existencia pesa y las preocupaciones me dominan, cuando se presenta la sequía física o intelectual. Volver será la meta a la que llegar y desde la que continuar este largo camino hacia el interior.

Actividades de invierno

Si a veces pensamos que el ocio solo es posible o mejor con el buen tiempo, olvidamos las mil posibilidades que la naturaleza y nuestras ciudades nos ofrecen también en invierno. De hecho hay actividades únicas que solo pueden practicarse o apreciarse precisamente porque el frío las alienta. O porque se viven de forma diferente, especial, en esta estación.

Esquiar en Sierra Nevada o Navacerrada, visitar sin prisa las piedras del pasado en Córdoba o caminar por el largo paseo marítimo de Málaga, incluso bajo la lluvia, se presentan como experiencias maravillosas para sentirse invernal y activo. El paseo, la cultura y el deporte despiertan nuestros sentidos.

Desde cuándo no te bañas

Piénsalo un segundo y recuerda. Desde cuándo no has sumergido todo tu cuerpo en el agua, abandonándote al placer de flotar y estar caliente y protegido, igual que un niño sin memoria.

Desde cuándo no olvidas la realidad inmediata para ser solo tú contigo mismo, desnudo y salvaje, sin conciencia del yo. Mujer sin desigualdad, hombre sin cargas, persona sin desasosiego.

Claro, sin remedio, de acuerdo con nuestra historia, hemos cambiado el baño por la ducha rápida. Es más, hay muchas viviendas que ni siquiera tienen bañera. La limpieza diaria se colma con una ducha de cinco minutos como mucho. No se trata solo de la prisa que se impone, sino de conciencia ecológica. Estamos de acuerdo en no despilfarrar nuestro bien más preciado, oro líquido del planeta: el agua. Pero hay otras alternativas: el mar, el Hammam, arroyos y ríos.