Cuidar nuestra salud mental y emocional es imprescindible para nuestro bienestar general. El problema surge cuando el estrés del día a día se vuelve incontrolable para nosotros porque surgen problemas como el síndrome de Burnout, un trastorno que nos puede pasar factura si no tomamos medidas de prevención y dedicamos tiempo a cuidarnos a nosotros mismos.

¿Qué es el síndrome de Burnout?

El síndrome de Burnout es un desgaste profesional conocido también como el ‘síndrome del profesional quemado’. Se trata de un estado crónico de estrés laboral que se manifiesta en forma de agotamiento físico y mental y que se prolonga en el tiempo hasta llegar a alterar la autoestima y la personalidad del trabajador.

En un contexto laboral como el actual es habitual que los trabajadores experimenten una pérdida progresiva de interés por su trabajo y desarrollen una reacción psicológica negativa hacia el mismo.

Se trata de una respuesta del trabajador al percibir que sus ideales laborales no se corresponden con la realidad de su trabajo. Y, aunque puede producirse entre empleados de cualquier profesión, suele ser más habitual en aquellas en las que la interrelación social es más frecuente, como las que tienen por objetivo ayudar a los demás.

¿Cuáles son sus causas y síntomas?

Cuando una persona sufre el síndrome de Burnout experimenta síntomas como:

  • Agotamiento emocional y físico.
  • Conductas negativas hacia compañeros y/o clientes.
  • Despersonalización o indiferencia.
  • Baja autoestima o sentimiento de baja realización personal.
  • Desmotivación.
  • Descenso de la productividad.

Las causas del síndrome de Burnout son las siguientes:

  • Acumulación gradual de emociones negativas en el trabajo.
  • Exceso de carga de trabajo.
  • Mala gestión del trabajo (administrativa, del personal, etc.).
  • Relaciones laborales conflictivas.
  • Falta de autonomía en el trabajo.

Son numerosos los factores que en nuestro día a día laboral pueden dar lugar a nuestro agotamiento. Esa insatisfacción y pérdida de motivación puede dar lugar al abandono del puesto de trabajo, por lo que no sólo perjudica al trabajador sino también a las empresas.

Fases del síndrome de Burnout

Este trastorno es un proceso que el trabajador experimenta de forma gradual. Por eso, para detectarlo debemos prestar atención en el síndrome de Burnout a sus fases:

  1. Fase dulce o etapa de entusiasmo. Es esa en la que el trabajador experimenta una satisfacción laboral que incrementa su compromiso y su productividad.
  2. Fase de estancamiento o comienzo del estrés. En este momento, la gestión de tareas se descontrola y el día a día laboral se complica, generando insatisfacción y fatiga.
  3. Fase de frustración o estrés crónico. Llega un momento en el que el estrés se hace cada vez más frecuente y los síntomas se intensifican: la presión lleva al cansancio.
  4. Fase de apatía o Burnout. Es la etapa en la que el agotamiento se vuelve crónico y este síndrome entra en su momento crítico, pudiendo dar lugar a un estado emocional de depresión. Por eso es tan peligroso si no se pone un tratamiento del síndrome de Burnout a tiempo.

Cómo hacer frente al síndrome de Burnout

Igual que existen diferentes técnicas para sobrellevar el estrés, también es posible aplicar estrategias para combatir el síndrome del trabajador quemado. Por ejemplo:

  • Técnicas individuales de autocontrol emocional, habilidades sociales, resolución de problemas e incluso de respiración y relajación.
  • Técnicas organizacionales en las que el trabajador recupere las habilidades para realizar su trabajo, relacionarse con compañeros o desarrollar un ambiente laboral óptimo. Se trata de rectificar los hábitos negativos adquiridos.

Para no llegar a estos extremos, es muy importante que aprendamos a gestionar el estrés laboral. Permitirnos momentos de relajación para desconectar es muy importante para nuestro bienestar físico y mental.