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Conocer tu fototipo de piel es esencial para aprender a cuidarla. Si tienes claro esto, podrás personalizar mejor tu rutina y utilizar los productos cosméticos más adecuados para ti. ¿Qué es el fototipo y cuáles son los tipos de fototipos que existen? Descubre cuál es el tuyo y acertarás con tu rutina skincare.

¿Qué es el fototipo de piel?

Los fototipos de la piel nos hablan de la capacidad que tiene ésta para asimilar la radiación solar, lo cual varía en función de la tonalidad.

El fototipo es también el que determina si tu piel se broncea y en qué grado puede hacerlo.

3 características del fototipo

A la hora de realizar una clasificación de los fototipos de piel se establece un orden que va del 0 al 6. Esto se conoce como la escala de Fitzpatrick, pues la clasificación fue realizada en 1975 por Thomas B. Fitzpatrick, dermatólogo de la Universidad de Harvard. No obstante, posteriormente se adaptó esa clasificación para incluir los diferentes tipos de piel blanca existentes.

Esta escala clasifica el fototipo por 3 características:

  1. El color del cabello.
  2. El color de la piel.
  3. La frecuencia de las quemaduras solares.

¿Para qué sirve esta clasificación? Fundamentalmente, para describir la respuesta de los diversos tipos de piel ante la exposición a los rayos ultravioleta. Por tanto, habría una cuarta variable: el tipo de bronceado tras la exposición solar.

¿Cuáles son los fototipos de piel?

Se establecen seis variantes de fototipo de piel y a cada una de ellas van asociadas una serie de características distintivas, que tienen en cuenta la presencia de melanina, responsable de la pigmentación de la piel, los ojos y el cabello.

Fototipo 1

Se da en personas pelirrojas y de piel muy clara. Suelen sufrir quemaduras al exponerse al sol, irritación cutánea e incluso reacciones fotoalérgicas.

No consiguen broncearse. Su piel se pone roja o se quema con el sol en apenas 10 minutos de exposición, por lo que siempre deben utilizar un protector solar de pantalla total.

Fototipo 2

Se da en personas de cabello rubio y piel clara. Tras exponerse al sol, les pueden salir pecas y aparecer reacciones fotoalérgicas.

Pueden broncearse ligeramente pero casi siempre se queman (bastan 15 o 20 minutos de exposición solar para que eso ocurra), por lo que deben utilizar protección solar con factor alto.

Fototipo 3

Se da en personas de cabello rubio o castaño y con piel de tono medio.

Pueden conseguir un bronceado de tono dorado pero también pueden quemarse al tomar el sol si se exponen más de 30 minutos. Es por eso por lo que deben utilizar un factor de protección alto en su crema solar.

Fototipo 4

Este fototipo está asociado a personas de cabello castaño oscuro y piel morena.

Tienen la capacidad de broncearse con facilidad y no es frecuente que se quemen al exponerse al sol. Eso sí, siempre que no permanezcan bajo los rayos solares más de 30-45 minutos. Para evitarlo, puede ser suficiente con un factor de protección medio.

Fototipo 5

Está asociado a personas de piel morena, canela o cobriza.

Presentan buena resistencia a la exposición solar y se broncean con mucha facilidad. Esto no significa que no deban utilizar una crema solar con un factor de protección superior a 30, ya que si se exponen al sol más de una hora, su piel también podría presentar quemaduras.

Fototipo 6

Este fototipo está asociado a personas con un tono de piel muy oscuro.

Presentan gran resistencia a la exposición solar y nunca se queman. No obstante, la crema de protección solar es indispensable, aunque no es necesario un factor de protección muy elevado.

¿Cuál es mi fototipo de piel?

Para determinar cuál es tu fototipo y poder elegir el grado de protección solar más adecuado para ti, así como otros productos de cuidado para tu piel, debes tener en cuenta las características que hemos descrito en el apartado anterior.

Observa el color de tu piel y cómo reacciona ante la exposición solar, pero no te fijes en zonas como la cara o los brazos, pues son partes de tu cuerpo que se exponen al sol de manera más repetida y prolongada, por lo que su tonalidad ya estará de por sí más oscura, lo que significa que las conclusiones que extraigas pueden ser menos certeras. La parte inferior de las piernas, la zona posterior de las rodillas o la cara interna de tu antebrazo son regiones más fiables para conocer tu fototipo.

Además de eso, fíjate en si aparecen pecas en tu piel en verano, en el brillo de tu piel, en si tu piel se enrojece nada más exponerte al sol, etc.

Tu historia genética, tu edad o las quemaduras que hayas podido sufrir previamente al exponerte a los rayos solares también influyen en cómo debes cuidar tu piel, independientemente de tu fototipo.