El día a día nos enfrenta a situaciones estresantes que no nos dejan tiempo para pararnos a pensar en el presente. Ponemos el piloto automático y nos dejamos llevar, sin apenas darnos cuenta de las tensiones que acumulamos. Darse un respiro se convierte en una necesidad para recuperar la energía y debemos ser conscientes de la importancia de desconectar para volver a conectar.

¿Monotonía en tus días?

La rutina diaria nos engulle a veces de manera inexorable, precipitándonos a un ritmo de vida tan implacable como repetitivo, convirtiendo en monotonía cada tarea. Obligaciones, responsabilidades, preocupaciones… Todo ello nos envuelve sigilosamente sin darnos la oportunidad de procesar las consecuencias que supone para nuestra salud y bienestar.

Dedicar tiempo al autocuidado se convierte en una necesidad imperiosa. Alejarse de la monotonía, aunque sea por un momento, nos permite despejar la mente y dejar que nuestro espíritu respire. Hacer una pausa en nuestra rutina y apartarnos del ruido habitual nos da la oportunidad de escuchar nuestro interior.

Es ahí donde encontramos la claridad para reconectar con lo verdaderamente importante y para revitalizar nuestro espíritu. Ahí está la importancia de desconectar para volver a conectar con nosotros mismos.

Desconectar para volver a conectar: conejos

La necesidad de desconectar para volver a conectar no es un capricho, es la absoluta certeza de que cuidar nuestro cuerpo y nuestra mente mejora nuestra salud en todos los sentidos. No debemos esperar a unas vacaciones para disfrutar de ese tiempo de calidad que nos recarga las pilas.

Decir NO es importante

Las relaciones sociales son una pata esencial de nuestro bienestar pero no podemos estar disponibles siempre para todo el mundo. Dedicarnos tiempo únicamente a nosotros mismos es fundamental para el autocuidado. Descansar y desconectar es imprescindible para volver a conectar. A veces, anular un plan es necesario para tener tiempo para uno mismo, y eso no tiene por qué arruinar una amistad.

Descansa y disfruta de tus días

Tu trabajo es importante pero también lo es tu tiempo libre. Esos días de desconexión deben ser sagrados para ti: no hay correos electrónicos, informes o tareas que no puedan esperar a tu regreso a la oficina. Aprender a delegar responsabilidades y a poner en pausa el trabajo es fundamental para soltar lastre. Tu descanso es irrenunciable para que tu rendimiento, en todas las parcelas de tu vida, no disminuya.

Exposición a la información

El exceso de información, en muchos casos de carácter negativo, puede resultarnos abrumador. A veces la dependencia de las redes sociales nos hace esclavos de nuestro teléfono móvil y nos roba un tiempo precioso mientras nos contamina con fake news y datos y más datos que, sin darnos cuenta, pueden afectar a nuestra salud mental. Apagar las pantallas y aprender a seleccionar solamente información fiable y de calidad, limitando nuestra exposición a noticias negativas es otra manera de desconectar para volver a conectar.

¿Por qué es importante desconectar para reconectar contigo mismo?

En un mundo que gira a un ritmo frenético, buscar la serenidad es casi un acto de rebeldía. Aceptar el silencio para no escuchar el bombardeo de la vida cotidiana y recluirnos en nuestra pequeña parcela de intimidad puede ser un bálsamo para nuestro espíritu.

Darnos permiso a nosotros mismos para darle al botón de pausa, respirar y observar hacia adentro y hacia afuera nos permite redescubrir en nuestro interior aquello que nos apasiona y que nos impulsa.

Al desconectar del mundo encontramos la batería que nos vuelve a conectar, esa perspectiva renovada que nos recarga la energía y revitaliza nuestro compromiso con nuestra vida diaria.

Al desconectar, en realidad, estamos preparándonos para vivir más plenamente. Una excursión al aire libre, una cita cultural, un poco de ejercicio, una escapada o dejarse mimar por cualquiera de los servicios de Hammam son formas de desconectar para volver a conectar.

Jazzar es un ritual de purificación para desprenderse de lo innecesario; Emerge es un recorrido hacia la serenidad que buscamos para la desconexión; y Mimma transporta tus sentidos a través de los aromas hacia ese lugar silencioso en el que te reencuentras contigo mismo y te permites renacer. Tú eliges la manera de desconectar para volver a conectar.