Contenidos

Entrar a un Hammam tiene algo de mágico, de descubrimiento de un lugar que parece anclado en un tiempo remoto. Puede que sea su atmosfera de penumbras, de luces danzarinas y susurros escondidos en el chapoteo del agua. No es casualidad. En Hammam Al Ándalus cada fracción de la experiencia que vive el viajero está pensada con mimo. Hay un gran equipo detrás.

Uno de sus miembros es Ismael Tamayo, director de Calidad y Operaciones de Hammam Al Ándalus. Él es uno de los responsables de que las cinco sedes de Hamamm Al Ándalus tengan carácter propio y ofrezcan siempre una excusa para que el viajero vuelva. O se adentre por primera vez en una propuesta que trae la tradición andalusí al presente.

Hoy esa excusa es el nuevo servicio Bayyah, una combinación entre el Viaje del Agua característico del Hammam y una serie de estiramientos diseñados con un objetivo: aportar bienestar. “Es un servicio muy diferente a lo que hemos venido ofreciendo. Con Bayyah buscamos movilidad articular, repasar y estirar todos los grupos musculares”. Tamayo explica con detalle cómo es la experiencia, desde que el viajero entra en el baño de vapor hasta que el masajista le extiende en la piedra calienta y comienza a realizar los estiramientos. “Es algo incluso terapéutico. Hemos contado con un amplio equipo de masajistas y fisioterapeutas para crear este servicio”.

¿Cómo se alumbra un nuevo servicio en Hammam Al Ándalus? 

Midra y su estimulante masaje con guante kessa y espuma; Mimma y la relajación de los sentidos a partir de aceites aromáticos. Son dos de los servicios más populares de Hammam Al Ándalus y nacen de un trabajo holístico que implica a buena parte de la organización, algo que también ha ocurrido con Bayyah. “Crear un nuevo servicio es un reto laborioso en el que hay muchas personas implicadas. Para nosotros el primer paso es poner el foco en el tipo de experiencia que le queremos proporcionar a nuestro viajero”. A partir de esa idea embrionaria, primero el departamento de Innovación con su directora y cofundadora de Hammam Al Ándalus, Marichu García, junto a José Antonio Martín, plantean el embrión de los que será el nuevo servicio: enfoque, objetivo… Es entonces cuando Ismael Tamayo y el resto del equipo establecen lo que se denomina “mesa de trabajo”, en la que se barajan todas las variables hasta ir definiendo el futuro servicio.

¿Un viaje más sensorial? ¿Una experiencia más corpórea ceñida a los músculos? ¿Qué papel juegan los diferentes elementos del Hammam, como los baños, las salas de vapor o la piedra caliente? En el proceso se quedan numerosas propuestas y enfoques, también incontables horas de testeo interno del nuevo servicio, que debe encajar perfectamente con la filosofía de la marca.

Los departamentos de Innovación y Calidad son los responsables de que el Hammam se sienta vivo, de que cada estación ofrezca una nueva oportunidad de descubrimiento para el viajero. Es el origen de los servicios estacionales. Pero esa es una historia para otro día.

Hammam Al Andalus

Bayyah y la Cátedra de Bienestar Humano de la Universidad de Granada 

El nuevo servicio Bayyah es diferente a todo lo que Hammam ha hecho hasta ahora, tanto por las sensaciones que ofrece como por su ideación, vinculada estrechamente a la Cátedra de Bienestar Humano que Hammam Al Ándalus ha puesto en marcha junto con la Universidad de Granada.

“El bienestar, como cualquier parcela de interés humano, necesita conocerse mejor y es importante que haya recursos destinados a la investigación e innovación. El concepto de salud integral está muy relacionado con que las personas se sientan física y mentalmente mejor y cuanto más conozcamos sobre este tema más podremos avanzar en desarrollar estrategias que produzcan bienestar”. Son las palabras del doctor Manuel Arroyo, director de la Cátedra que detalla en esta entrevista hasta qué punto puede llegar a influir el bienestar en elementos clave de la salud humana como el sistema inmune.

Los servicios de Hammam Al Ándalus buscan, ante todo, proporcionar un bienestar integral al viajero. Por eso su concepción toma tiempo. Desde que se plantea la idea inicial de desarrollar una nueva experiencia hasta que esta se pone a disposición del público puede llegar a pasar hasta un año. Despacio. Disfrutando del viaje. Hay algo de poético en la concepción de un nuevo servicio y eso se transmite al viajero. A ti.