Historia

Platero conquista la Luna

Ese pedrusco allí arriba, mítica redondez de mil romances, sugiriendo pasajes literarios, prendiendo la llama de los sueños. “Platero, no sé si con su miedo o con el mío, trota, entra en el arroyo, pisa la luna y la hace pedazos”, escribía Juan Ramón Jiménez en Platero y yo (1914), relato en el que siempre la Luna proyectaba la historia de un niño de pueblo andaluz. Presente cada noche de cada vida, la Luna tiene poderes: puede cambiar el ánimo según su estado creciente, lleno o menguante, alumbrar veredas o hacerlas intransitables, arropar idilios o impedirlos.

Y se hizo la luz

El sol pone luz al planeta Tierra: la luz del alba, la más brillante del mediodía, la luz del crepúsculo. La luz del sol colorea el agua desde el gris al verde y al turquesa en todos sus matices. La luna pone luz a las noches y la penumbra se aclara y ampara el amor a la luz de luna, que es faro de los navegantes.

El Hammam Al Ándalus propone la búsqueda de la luz, pero no en las bombillas y en los focos evidentes, sino más allá de las convenciones y de la técnica: propone buscar esa luz en nuestro espacio, que favorece el fulgor de cada cual, la luz necesaria para encender nuestras experiencias y deseos. Es esa luz que ofrecemos en el Hammam, en los baños y en el temblor del agua: la que perdura e ilumina el imaginario personal y colectivo que ha de llegar, porque ya hemos abierto el camino.

El día 16 de mayo se celebró el Día Internacional de la Luz , trascendente porque la historia de la humanidad es historia de la luz.

De la historia a la historia en el Hammam de Córdoba

Una experiencia personal y por supuesto repetible.

Camino por la calle empedrada del Corregidor Luis de la Cerda, saliendo del Patio de los Naranjos de la Mezquita, hacia Hammam de Córdoba, muy cerca un lugar del otro. Viajo así de la historia antigua a la historia reciente que está recuperando la historia. Voy del agua al agua, es decir, de la ribera del río Guadalquivir a las aguas de los baños. El río queda detrás fluyendo como una letanía de vida y hasta de muerte, parte en dos la ciudad y parece ajeno al paso de los siglos, porque es testigo de mil generaciones.

Calle Real Alta, un tesoro medieval en Granada que abre una vez al año

Calle Real Alta, un tesoro medieval en Granada que abre una vez al año

Las ciudades nos susurran relatos muy antiguos al oído. Lo hacen mediante sus calles y su patrimonio. Tesoros que después de siglos, permanecen entre nosotros. Nos pertenecen y están repletos de historia. Uno de estos lugares mágicos se encuentra en Granada. La Calle Real Alta de la Alhambra, que constituía el principal eje de la Medina.

Fajalauza, la cerámica más tradicional de Granada

Fajalauza, la cerámica más tradicional de Granada

No hay nada más granadino que la Fajalauza. La cerámica artesanal que ha caracterizado a la ciudad de la Alhambra durante cinco siglos y que tiene su origen en la época mozárabe. Por eso es tan importante poner en valor que esta artesanía haya llegado a nuestro tiempo intacta. Y, sobre todo, que trabajemos para conservarla. Para que este arte que caracteriza tanto a esta tierra no se pierde y pueda reproducirse durante muchos más siglos.

Granada a través de los ojos de 10 artistas

Descubre Granada a través de las frases de diez artistas

Descubre Granada a través de las frases de diez artistas. A lo largo de los cinco continentes existen algunas ciudades que destacan sobre las demás. Parece que hayan sido tocadas por una varita mágica. Que les ha dotado de un encanto especial. Son lugares que literalmente roban el corazón de quien las visita. A ellas, los artistas les dedican poemas, novelas, canciones, cuadros. Y todo tipo de manifestaciones artísticas.

Arqueología de lo jondo, una defensa a la memoria de las raíces andalusíes

Arqueología de lo jondo, una defensa a la memoria de las raíces andalusíes

“El flamenco es universal porque está hecho de raíces y alas. De raíces que vuelan y de alas que arraigan. Por eso el aire huele a tierra cuando lo rasga un quejío. Y la tierra huele a sangre. Y la sangre huele a mar. Y la mar a muerte. Y la muerte a vida. Como si contuviera todos los gozos y las penas, de todos los hombres y mujeres, desde antes de que existiera el tiempo”, Antonio Manuel, Flamenco, arqueología de lo jondo.