Por influencia de los rituales de belleza coreanos sabemos que una rutina facial diaria nos permite tener una piel bella, radiante, fuerte y llena de vitalidad. Y también sabemos que la doble limpieza de nuestro rostro es el método de higiene ideal, ya que los resultados que ofrece la técnica favorita de las asiáticas son realmente impresionantes.
El sistema circulatorio envía sangre y oxígeno a todo nuestro cuerpo. Por eso, una mala circulación o reducción del flujo de sangre en una parte específica nos puede ocasionar problemas importantes de salud. El estrés y los malos hábitos de vida, como fumar o no llevar una dieta sana y equilibrada, son factores de riesgo. Tener una buena circulación es fundamental para mantener un buen estado de salud. Para mejorar la circulación sanguínea tenemos que adecuar nuestro estilo de vida para que sea más saludable.
Pese a que para la mayoría la primavera suele ser sinónimo de vitalidad, hay muchas personas a las que esta época del año les afecta negativamente, tanto en lo físico como en lo emocional. A las temidas alergias tenemos que sumar también la astenia primaveral, que nos hace sentir agotados sin saber por qué. ¿Cómo nos afecta psicológicamente? ¿Qué podemos hacer para mantener nuestro bienestar? Es muy importante que tomemos medidas para evitar esos molestos síntomas que nos causan fatiga.
Conocerse a uno mismo permite saber cómo reaccionaremos ante determinados estímulos, ayudándonos a controlar nuestra respuesta emocional en diferentes situaciones. No siempre es fácil gestionar las emociones pero hay formas de hacerlo si aprendemos cómo, ya que puede resultar muy beneficioso desde el punto de vista psicológico y de bienestar.
Cuidar nuestra salud mental y emocional es imprescindible para nuestro bienestar general. El problema surge cuando el estrés del día a día se vuelve incontrolable para nosotros porque surgen problemas como el síndrome de Burnout, un trastorno que nos puede pasar factura si no tomamos medidas de prevención y dedicamos tiempo a cuidarnos a nosotros mismos.
El viejo dios
La había amado mucho. Tanto que, durante un tiempo, estuvo
convencido de que envejecería a su lado. Pero después la vida les falló. O ellos
le fallaron a la vida. Así que se separaron aún jóvenes, sin rencor ni motivos
para el reproche. A pesar de vivir en la misma ciudad, y sin duda porque ambos habían
eludido los lugares para un posible reencuentro, Vergara llevaba diez años sin
ver a Juliana. Eran sensatos. Sabían que el pasado, una vez enterrado, no debe
exhumarse.
Y entonces sucedió aquello.
MAPA DE CARRETERAS
Lo primero que se me vino a la memoria cuando supe que Magda se había muerto fue el
mapa de carreteras. La vi con el cigarro en la boca enseñándome las rutas que conducían
a Marsella. La noticia la supe por mi madre, su hermana mayor. Murió mientras dormía,
me dijo. Tenía sesenta y seis años. Era flaca, de piel bronceada, ojos oscuros y pelo cano.
Le gustaba que la llamara por su nombre, sin decirle tía.