En un artículo anterior sobre “mitos de la alimentación” ya hablábamos sobre algunas informaciones falsas sobre la alimentación. Datos y afirmaciones que pueden llegar a condicionar nuestras rutinas alimenticias del día a día e incluso a descartar o incluir alimentos en cada comida. Por ello, es fundamental consultar con expertos y contrastar la información encontrada sobre los beneficios o desventajas de diferentes productos o alimentos.
Seguir una rutina alimentaria variada y nutritiva es fundamental para nuestro organismo. Así, combinando una buena alimentación junto a una rutina continua de ejercicio, podemos favorecer incluso el fortalecimiento del sistema inmune, hecho fundamental para garantizar un buen funcionamiento de nuestro cuerpo y una calidad de vida mayor.
Por todo ello y teniendo en cuenta la infinidad de mitos de la alimentación que existen en la actualidad, a continuación os contamos qué hay de verdad en los siguientes:
- El pan engorda
Seguro que has oído en más de una ocasión que el pan engorda o que es un alimento poco saludable, pero ¿es cierto? El pan es uno de los alimentos que forman la base de nuestra alimentación mediterránea, siendo además un alimento de calorías medias. La incorporación de pan como acompañamiento de comidas, cenas o en el desayuno, es aconsejable para seguir una dieta variada siempre y cuando sea en porciones adecuadas. Siempre que sea posible opta por panes integrales para aportar al organismo una cantidad extra de fibra. Selecciona pan hecho con harina de calidad y disfruta de este manjar mediterráneo sin problemas.
- Los alimentos congelados no son nutritivos
Es importante remarcar que el proceso de congelación no altera las propiedades o cualidades de los alimentos. Así, se trata de otro de los múltiples mitos de la alimentación que se extienden con el paso del tiempo pero que, sin embargo, no son ciertos. Tanto la carne como el pescado congelado mantiene las mismas propiedades; las vitaminas de las verduras congeladas son prácticamente las mismas que tras cocinar las frescas. Por lo tanto, no hay motivo por el que no consumir alimentos congelados.
- Los productos sin azúcar o 0% son buenos para adelgazar
Este es uno de los mitos de la alimentación más extendidos y también uno de los más “peligrosos”. Hay personas que acuden a este tipo de productos con el objetivo de bajar peso o de no subirlo. Sin embargo, en ocasiones los productos sin azúcar sustituyen la glucosa por fructosa o por otro edulcorante con la misma cantidad de calorías. Además, hay que tener en cuenta que aunque no tengan azúcares, sí que pueden contener elevadas cantidades de grasas o proteínas.
- Tomar sal en las comidas engorda
La sal que usamos en las comidas es un mineral y, por lo tanto, no aporta energía por lo que tampoco puede engordar. Lo que sí puede suceder es que se favorezca la retención de líquidos si la cantidad de sal tomada a diario es superior a la aconsejada. Al producirse una retención de líquidos en el cuerpo, se genera por consiguiente también un incremento del peso corporal. La cantidad de sal recomendada es menor de 6 g/día.
- Es mejor eliminar los hidratos de carbono
Los hidratos de carbono son necesarios para mantener una dieta equilibrada. Evita aquellos de fácil absorción como los dulces, los pasteles e incluso los refrescos que son los que pueden perjudicar el equilibrio de una dieta variada.
- Toma zumo de pomelo para quemar grasas
Ningún alimento puede quemar o disolver la grasa por sí mismo. Para reducir la grasa que se acumula en determinadas zonas del cuerpo se requiere incrementar el gasto de energía mediante actividad física o ejercicio físico diario.
El control de peso es un tema que puede llevarnos a creer algunos mitos de la alimentación como las dietas milagro. Por ello, es importante contrastar la veracidad de cualquier información nutricional que conozcas por medios no oficiales o expertos.