El despertar de la piel facial comienza desde el interior. Elimina la tensión del rostro, moviliza el líquido de la cara y consigue no solo ralentizar los signos del envejecimiento sino también revitalizar su salud desde lo más profundo.
Además, conseguir estos beneficios de una forma calmada y relajante es posible gracias a los masajes faciales. El masaje facial es una sencilla forma con la que conseguir cuidar la apariencia del cutis y proporcionarle salud, elasticidad y relajación.
Sin duda, un masaje facial tiene infinidad de fines terapéuticos y, por supuesto, estéticos. Mediante movimientos de diferentes intensidades, el masaje facial consigue aportar movimiento y reducir hinchazón en varias partes de la cara. No hay mejor manera de conseguir despertar la piel al mismo tiempo que se obtiene un estado de relajación y frescura indescriptible. Además, en la mayoría de los casos se estimula también la circulación sanguínea de todo tu rostro y cuello.
Los beneficios del masaje facial
Las ventajas y beneficios de un masaje facial son numerosos y diferentes. Gracias a los movimientos y las diferentes presiones que se ejerce sobre la piel se consigue mejorar la circulación sanguínea e incluso su oxigenación. De esta manera se consigue casi de manera inmediata un aspecto mucho más radiante y luminoso. Además, también se logra estimular el sistema linfático, consiguiendo así una eliminación de toxinas de manera más profunda.
Los músculos se relajan, se alivian tensiones, se mejora la elasticidad y se consigue una mayor firmeza. ¿Se puede pedir más? Pues por si fuera poco, el masaje facial también es capaz de rejuvenecer el aspecto del rostro, mostrándolo con mucha más luz y frescura.
En cuanto al estrés, un buen masaje facial también puede ser la mejor forma de conseguir reducir la ansiedad y aliviar momentos de estrés. Independientemente de la finalidad del masaje facial, es una técnica que puede combinarse con otros tipos y tratamientos estéticos como limpiezas de cutis o mascarillas hidratantes para aumentar aún más sus beneficios.
Tipos de masaje facial
Dependiendo del objetivo que se quiera conseguir, existen diferentes tipos de masaje facial.
Los más conocidos son:
- Masaje facial clásico
- Masaje facial linfático
- Reflexología
- Shiatsu
- Masaje facial preventivo
- Acupresión.
Además, dependiendo del tipo de masaje facial y del profesional que lo realice, puede usar diferentes elementos para realizarlo. Algunos de los más usados son los rodillos de jade, las ventosas, las piedras de cuarzo o las vibraciones.