El arte inspira, enamora, evade y relaja. A veces basta con observar alguna de las maravillosas pinturas del Museo del Prado para dejar nuestra mente volar y nuestras pulsaciones disminuir. Y es que el arte esconde dentro de sí una gran infinidad de beneficios para todo el que lo observa y, por supuesto, para todo el que lo práctica.
Porque pintar va mucho más allá de realizar una gran obra de arte. Pintar es una muy buena forma de expresión con la que dejar volar todas las emociones en forma de texturas, colores y pinceladas. Pintar nos hace libres, sin prejuicios. Pintar nos divierte. Pintar nos relaja.
Y es que el acto de pintar puede suponer mucho más que una forma de arte en sí misma. La pintura, y en especial las acuarelas, son el elemento perfecto con el que combatir el estrés y encontrar paz interior, calma y bienestar. Todos somos capaces de olvidar lo que sucede a nuestro alrededor con tan solo coger un pincel y dejarlo volar. Cuando pintamos con acuarela la atención se dirige a través de nuestros ojos hacia el color que emana del pincel y se extiende por el papel en forma de acuarela.
Aprender a pintar con acuarelas es aprender a expresarse
La acuarela es una técnica de pintura con la que conseguir desconectar el cerebro aunque sea por un instante. A los beneficios que la pintura en sí puede aportarnos hay que sumarle el poder calmante del agua que también está presente en las acuarelas a base de agua.
Cuando pintamos con acuarelas dejamos florecer la creatividad, aprendemos a conectar con nosotros mismos y a jugar con la divertida pintura de las acuarelas. Y recuerda que el objetivo no es lograr una nueva obra de arte que contemplar en un museo, tendrás que relajarte al máximo para poder pintar de colores tu estrés.
Pero, ¿cómo puede ser que las acuarelas nos ayuden a relajarnos y a expresarnos? Cuando pintamos, nuestra concentración está dirigida a la acción y coordinación de la mano, hecho que según expertos, provoca la inhibición del sistema límbico, permitiéndonos así liberarnos de la ansiedad, del estrés y de los miedos.
Si además la técnica elegida es la acuarela, la interacción del color con el agua hará que esa sensación de relajación se convierta incluso en una magia curativa capaz de llevarnos hacia la serenidad y la calma.
Pero, ¿por qué sucede esto al pintar con acuarelas? Aunque para nosotros las acuarelas tan solo sean una forma de ocio o un ligero pasatiempos, esta actividad cuenta con los ingredientes perfectos para conseguir la reducción del estrés:
- Desconecta la mente: a través del color fomentamos la parte más creativa del cerebro por lo que disminuimos la parte más lógica y racional. Con la pintura los pensamientos se focalizan en las emociones producidas por esta actividad.
- Fomenta la creatividad: independientemente de las habilidades de cada persona, la acuarela provoca que demos rienda suelta a la creatividad, provocando así que podamos disfrutar de esta creatividad durante horas sin tener en cuenta el estrés.
- Nos conecta con nosotros mismos: a través de la acuarela nos dedicamos un tiempo a nosotros mismos, a nuestra persona. Con la acuarela somos capaces incluso de conectar con nuestro propio mundo interior, consiguiendo indagar en los sentimientos más profundos y sacarlos hacia el exterior en forma de arte.
Si el estrés forma parte de tu rutina diaria, obtén algo de tiempo para ti y dedícalo a experimentar a través de las acuarelas. Te aseguramos que aprenderás acuarelas al mismo tiempo que aprenderás a expresarte mediante el arte.