Carmen, patrona del mar, estrella de los mares, advocación marina de María, madre de Cristo. Julio es su mes de gloria en calles y playas, donde reina, extendiendo su nombre en tantas mujeres que van naciendo, como uno de los nombres más españoles: recordemos que hasta el compositor francés Bizet le dedicó una ópera famosísima.
En España y Latinoamérica, la Virgen del Carmen se nos aparece como icono y figura de representaciones y fiestas más allá de sus connotaciones religiosas y más cerca de una celebración pagana de la gente del mar, trabajadores incansables en la pesca que a todos nos beneficia, pues ellos también merecen su homenaje y su día.
El día 16 de julio se celebra su imagen y ella preside las ferias de varias poblaciones del mundo. Desde sus orígenes de los eremitas refugiados en el Monte Carmelo de Israel hasta nuestro días, el culto a la Virgen del Carmen ha ido evolucionando hasta convertirse en una festividad más allá de la religión, porque pescadores y marineros la enarbolan como amuleto de buena suerte, generosa protección y cosecha de peces para el mercado.