En la poesía de Aurora Luque hay una escala de azules mediterráneos que van desde los más profundos y marinos hasta los más turquesas y transparentes. Será verdad eso de que el lugar de nacimiento marca a una poeta desde la cuna. Aurora Luque nació en Almería, pero su acuarela vital se ha nutrido de otras ciudades del sur, fijando su residencia en la también meridional Málaga la Bella. Eso se nota en su trabajo y en lo que los demás sienten con sus versos. Por eso, siguiendo con el añil y el océano, hace unas semanas el escritor y periodista Guillermo Busutil presentaba a Aurora Luque en su bitácora de La Opinión de Málaga, Cuaderno de Mano, como «la traductora de sirenas«.
Entró callada y pausada a la estancia. Al descorrer la cortina su pequeño cuerpo se vio envuelto en una oscuridad amable. Esa negrura íntima estaba acompañada de una multitud de velas que parecían guiñar sus llamas como cientos de ojos cómplices. En esa estancia que ahora le ofrecía sus rincones como brazos abiertos, el tintineo de las gotas de agua se presentaba como el poema más hermoso que jamás hubiera escuchado. Porque la poesía se esconde en cualquier rincón cada día que nos recibe.
Mujeres poetas no eran frecuentes en la época del Al Ándalus. Sin embargo hemos rescatado la historia de una arábigo-andaluza. Que pasó sus días entre amores y desamores escribiendo bella y sencilla poesía. Un retrato de una mujer destacada en su época. Que aún yendo a contracorriente consiguió el reconocimiento de todos.
Ocho ediciones lleva ya el Torneo de Ajedrez en el Agua. Desde sus primeras convocatorias viene haciendo las delicias de los aficionados al ajedrez que se acercan a nuestros baños para tener una experiencia completamente distinta a la de los habituales torneos y también muy diferente de un relajante baño árabe en nuestras instalaciones. Este año hemos preparado un trofeo a nuestra imagen, que surge de nuestra esencia y que simboliza algo muy especial: Que el adalid del torneo se lleve a casa parte de nosotros.
Cambiar el mundo en favor de los más desfavorecidos y en contra de los intereses de unos pocos. Este hermoso propósito es el eje central de la novela 3227. Yo soy la luz del mundo. Sin embargo, algo tan loable como hacer el bien, acabará encontrándose con innumerables enemigos en cada esquina del camino. Intriga, acción, giros inesperados y una apuesta firme por defender la justicia. Son algunos de los pilares de esta fascinante historia del autor J.M Calero.
Es 1487. Los ejércitos cristianos comandados por el rey Fernando aguardan su momento a las afueras de Málaga, quieren conquistar el último reino moro, Granada. Mientras, en el todavía territorio del Al Ándalus, Mohamed Ibn Hasin y su criado Jándula llevan a cabo su último plan, viajar a una de las ciudades más poderosas de la época, Estambul, para pedir ayuda a los turcos.
Los sabores que hoy en día forman parte de nosotros lo son por razón de una intensa y apasionante historia de viajes, conquistas, negociaciones, inquinas y juegos de poder que agitaron al viejo continente durante siglos. Fue en Al Ándalus donde supuso la revolución de los sentidos, pasando de una forma de enmascarar malos sabores a la más refinada técnica de sublimación del placer culinario. Os contamos cómo.