Almanaque Hammam

Viaja a otros mundos con Fitur 2018 y Hammam Al Ándalus

Los sueños: En busca de Ítaca

“Morir, dormir, tal vez soñar. Sí, ese es el estorbo; pues qué podríamos soñar en nuestro sueño eterno ya libres del agobio terrenal, es una consideración que frena el juicio”, decía el personaje Hamlet (Shakespeare, 1599-1601).

Soñar es el primer y último refugio del ser humano. Tan necesarios los sueños como el agua que nos hidrata y el pan que nos nutre, tan imprescindibles los sueños para el desarrollo íntimo de perspectivas y esfuerzo que sin sueños nos quedaríamos convertidos en objetos inanimados, acaso minerales, incapaces en la dinámica de movernos en la búsqueda, sin impulso esos motores que mueven el mundo: ambición, arte, futuro, amor, descendencia, ganas de echarle un pulso al tiempo y retarlo para que nos venza.

VEN CONMIGO AL HAMMAM, POR ÁLVARO GARCÍA

Ven conmigo al hammam:

hay luz de cielo encima de esta agua

y dejo que mi espíritu esté en mi cuerpo y fuera.

Álvaro García: un camino poético hacia sí mismo

Cuando muy joven, Álvaro García (Málaga, 1965) comenzó su trayectoria poética, apuntaba el trazo de un camino, los primeros metros de un recorrido que todavía continúa y se eleva con paso firme. Entonces no se sabía ni podía saberse con certeza que con el tiempo sería una de los poetas más valorados y premiados del panorama de la poesía en español, pues sus primeros libros tenían aciertos, hallazgos, quizá no un gran brillo lingüístico, aunque sí una voz personal.

Reverso, por Erika Martínez

Lo invisible sabe por qué
y yo trato de comprenderlo
pero mi piel va por la poza a oscuras:
el agua desbarata los mosaicos.

La fuerza tiene nombre

¿Dónde está el aura que a veces nos falta? ¿Dónde el valor, la valentía, el vigor físico que nos cede fortaleza? ¿Dónde la solidez y la firmeza del alma para no perder el norte de las ambiciones y la justicia, sin perder la ética entre lo que queremos y lo justo?

Aquí la fuerza, y en todo su energía, en ejemplos incuestionables:

La fuerza vibrante de un allegro en los conciertos para violín y orquesta de Las cuatro estaciones de Vivaldi (1725). O la fuerza aromática del agua del Hammam sembrando proyectos. Y la fuerza pequeña de un niño que porta su mochila hasta la escuela. O la fuerza libertaria de Espartaco dirigiendo la rebelión de los esclavos romanos contra el Imperio.

Erika Martínez: poesía que choca contra los estereotipos

Digamos de ella primero lo necesario para después hablar de lo imprescindible. Nacida en Jaén, Erika Martínez (1979) es doctora en Filología Hispánica y licenciada en Teoría de la Literatura por la Universidad de Granada. Desde 2009 ha publicado los siguientes poemarios, todo ellos en la editorial Pre-Textos: Color carne, que recibió el Premio de Poesía Joven Radio Nacional de España, Lenguaraz (conjunto de aforismos, 2011). El falso techo (2013) y Chocar con algo (2017).

Hasta aquí lo necesario, algo de su currículum, pero poco de lo que de verdad importa. Porque se trata de una voz literaria que rompe moldes en la construcción poética y que va deconstruyendo los clichés, los prejuicios y los estereotipos. Por eso resulta tan interesante e imprescindible.

SOLO UN CUERPO QUE FLOTA, POR OLALLA CASTRO

Soy un cuerpo que flota.

Un cuerpo vegetal

que gira sobre el agua

en busca de esta luz comestible.