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Cuando sufrimos una lesión, el regreso a la rutina requiere de paciencia y cuidado para volver a sentirnos bien haciendo ejercicio. Es muy importante saber cómo volver a entrenar después de una lesión si queremos que la recuperación de nuestro cuerpo y de nuestra mente sea total. Elige el momento adecuado y date tiempo para conseguir estar al cien por cien.
¿Cuándo entrenar después de una lesión?
El tiempo que debe transcurrir desde que sufres una lesión hasta que retomas tus entrenamientos dependerá del tipo de lesión, así como de otros factores.
No puedes marcarte como objetivo volver a entrenar después de un mes o de una semana porque eso dependerá de lo que necesites para que tu lesión se recupere del todo.
Una vez que lo hagas, además, necesitarás un período de adaptación para volver a la rutina de entrenamientos, y eso también dependerá de factores como el tiempo que hayas estado parado. Cuanto más largo haya sido, más tiempo necesitarás después para ‘ponerte al día’.
¿Cuándo puedes entonces volver a correr después de una lesión? Eso cambiará en función de cómo lleves el proceso de recuperación: el tratamiento, la fisioterapia, los ejercicios de fortalecimiento, etc. Lo adecuado será volver cuando nuestros tobillos, rodillas y cadera tengan la máxima estabilidad y movilidad posible, y cuando hayamos reforzado el core para que la zona lumbar sea estable y no se resienta.
Igualmente, es importante que, si es el caso, tu cicatriz se cierre completamente. En definitiva, debes estar en una buena condición física.
Cómo entrenar después de una lesión
Para volver a entrenar después de una lesión, lo principal es armarse de paciencia. Pero también te será de gran ayuda seguir estos consejos:
- No entrenes con dolor. Si duele y fuerzas la máquina, darás más pasos hacia atrás que hacia delante.
- Ponte fuerte. Son esenciales los entrenamientos de fuerza y de movilidad para recuperar del todo esa parte de tu cuerpo que se lesionó y, también, para que otras partes de tu cuerpo no sufran y acaben lesionándose igualmente.
- Estira y calienta. Los estiramientos y el calentamiento son fundamentales para evitar lesiones. Si no quieres que se repita lo que ya has vivido, pon especial atención a estos dos aspectos, antes y después de tu rutina de entrenamiento.
- Ve poco a poco. Tu regreso a los entrenamientos debe ser progresivo para que cada vez te vayas sintiendo mejor y consigas recuperarte al cien por cien. Ve incrementando las cargas de trabajo y el tiempo de entrenamiento poco a poco.
- Masajea. Que te den masajes en la zona afectada después de los entrenamientos te ayudará a relajar la tensión creada y minimizar el riesgo de que la lesión se repita.
- Busca ayuda profesional. Deja que te asesoren y que te ayuden a adaptar tus entrenamientos a tu nueva situación. Alguien con experiencia nos dará los mejores consejos y pautas para volver a entrenar después de una lesión.
Aprovecha los beneficios de entrenar en casa para hacer ejercicios de rehabilitación que te vayan ayudando en tu recuperación, siempre bajo supervisión de especialistas para no dañar la zona lesionada. Así tu vuelta a los entrenamientos será más rápida.