¿Qué hacer una tarde de Mayo en Córdoba?
Un paseíto por el centro, ir entrando en los frondosos patios, embriagarse con los aromas, los colores, la tarde de Mayo cordobesa…
Luego entrar a un museo, el de Julio Romero, por ejemplo, con sus retratos, con sus estampas de otro tiempo en el mismo espacio, con su intensidad y sensualidad que son reflejo de la luz de esta Córdoba que tanto disfrutamos…
Seguir pasando la tarde, pararnos a contemplar una esquina, una reja, los geranios estallados en las paredes. Otro patio.
Entrar en otro museo. El nuevo Museo Taurino, o el Centro Fosforito en la Posada del Potro, con ese diseño de vanguardia que arranca de lo más nuestro, de lo más antiguo y esas mil imágenes, palabras y sonidos que quieren explicar lo que no se puede explicar, los sentimientos, los quejíos, el aire, el silencio, el duende ¿cómo se explica esto?
Se explica respirando Córdoba, descubriendo más placitas y más patios, entrando en una taberna y activando el sentido del gusto, comiéndose Córdoba con sus mil salmorejos, sus vinos, sus quesos, sus flamenquines. Las berenjenas, el rabo de toro con su salsa de sabor profundo y especiado como es Córdoba, que permanece en nuestros sentidos incluso mucho después de probarla.
Y todavía te preguntarás… ¿Qué hacer una tarde de Mayo en Córdoba?
Y después de cenar, cuando ya son casi las diez, ir al hammam y volver a jugar con todos aquellos sentidos que Córdoba ha sido capaz de revolucionarnos: El aroma que nos detiene el pensamiento, el tacto suave y agradable del mármol tibio en el suelo, el agua que te envuelve y te reconforta, el suave masaje que te relaja, el dulce té que te devuelve una chispa de conciencia para poder seguir disfrutándolo todo más intensamente, la arquitectura solemne y a la vez íntima de cada una de las salas, la dulce música del agua y de melodías perdidas en el tiempo de nuestra historia…
El resto de la noche debéis de completarla vosotros, porque cada cual tiene su propia percepción de la experiencia que encuentra en el hammam.
Nos encantaría que nos escribierais y nos dijerais la vuestra.