Día Mundial del Agua porque cada día somos agua. Y agua necesitamos como agua de mayo, de marzo, de agosto, de noviembre.
Hay que cuidar el agua como si fuera un jardín privado, porque el agua supone nuestro alimento imprescindible, más que un árbol, más que una mata de hierbabuena. Hay que mimar el agua como a un bebé y besarla en sus moléculas de hidrógeno y oxígeno porque sin ella no somos nada. Hay que acariciar el agua en nuestro cuerpo y beber agua para que la sed no grite.