Algo tan básico como dormir es fundamental para mantener el cuerpo y la mente en su estado óptimo. Al dormir placenteramente nuestro órganos y procesos internos trabajan para mejorar nuestro estado de humor, impulsar la función intelectual y fomentar el equilibrio energético y molecular.

Sin embargo, al no dormir bien el descanso no será el mismo y, como consecuencia, el rendimiento al día siguiente tampoco será el mejor. Dormir bien y mejorar la higiene del sueño nos ayuda a pensar con mayor claridad, a concentrarnos mejor e incluso a contar con mejores reflejos. Necesitamos horas de sueño y de descanso para restaurar nuestro cuerpo y nuestro cerebro. 

¿Cuál es la importancia del sueño?

Dormir no solo nos ayuda a recuperarnos del estrés. Tras una buena noche de descanso nos sentiremos con mayor energía y con mayor capacidad para desempeñar mejor las acciones del día a día. 

Y aunque parezca cuestión de magia, un buen descanso a través del sueño también favorece al sistema inmunológico del cuerpo, consiguiendo incluso que contraigamos menos enfermedades. 

¿Cómo influye en el aprendizaje de los niños?

Dormir también puede influenciar en el aprendizaje, sobre todo, de los niños. No descansar bien puede provocar daños en la memoria, en la plasticidad neuronal y, por lo tanto, en el aprendizaje. Las fases del sueño, en especial la fase del sueño profundo, son fundamentales para conseguir un descanso pleno y una mayor activación mental posterior. 

Todo esto indica que la naturaleza del sueño de los niños puede desarrollar un papel fundamental en su memoria, capacidad cognitiva e inteligencia si no disfruta de las horas de sueño adecuadas. 

Beneficios del sueño para la salud física y mental

Cuando dormimos, nuestro cuerpo experimenta muchas más actividades que el descanso:

  • Fomenta la memoria: cuando estamos durmiendo el cerebro fortalece las conexiones neuronales, el hipocampo se restaura y aumenta lo que conocemos como memoria a largo plazo. 
  • Fortalece la inmunidad: mientras dormimos nuestro sistema inmunológico se regenera poco a poco, fortaleciéndose y aportando un extra de protección al organismo ante posibles agentes externos combatir.
     
  • Mayor creatividad: al dormir la memoria sigue activa por lo que tanto la creatividad como la imaginación continúan desarrollándose incluso en sueños.
     
  • Mejor salud mental: la producción de melatonina y serotonina durante el sueño favorece a la disminución del estrés, origen de problemas de salud como la ansiedad o la depresión.
     
  • Control de peso: durante el sueño se genera una menor cantidad de leptina por lo que el apetito o las ganas de comer disminuyen. Sin embargo, la falta de sueño puede provocar la reacción contraria y favorecer la aparición del apetito.