Dice la escritora y filósofa Elsa Punset que “los pensamientos positivos pueden facilitar que consigamos nuestras metas”. ¿Por qué si proyectar de manera optimista es tan beneficioso para nosotros, perdemos tanto tiempo dándole vueltas a las reflexiones negativas? No se nos ocurre nada mejor que entrenar el cerebro de manera positiva para disfrutar más intensamente de nuestra vida.
El bote de la felicidad
La escritora Elsa Punset nos habla en El libro de las pequeñas revoluciones (2016) del bote de la felicidad, un juego para practicar en familia y entrenar el cerebro en positivo de niños y mayores. Consiste en tener un bote grande y transparente en casa en el que depositaremos cada noche un papel, o varios, contando algo bueno que nos ha pasado a lo largo del día. El encuentro con un amigo, la llamada telefónica de nuestros padres, que hemos comido nuestro plato favorito… La filósofa nos dice que nuestro cerebro tiene un fallo, ya que, aunque tiene memoria a corto, medio y largo plazo, suele darle vueltas solo a las cosas negativas. Con esta rutina tan divertida nos vamos a la cama con una idea positiva, ya que el tiempo que tardamos en escribir en el papel este recuerdo hace que se fije en el cerebro. ¿Se te ocurre algo mejor que entrenar de forma positiva el cerebro de tus hijos para que se enfrenten con esta predisposición a su día a día?
Ponernos retos hasta el final
¿Sabías que detrás del racismo y del sexismo, la tercera forma que tiene nuestra sociedad de discriminar es el edadismo? Este término fue acuñado en 1969 por el médico, gerontólogo y psiquiatra Robert N. Butler y habla de la discriminación que se ejerce contra las personas mayores en la sociedad actual. Según Elsa Punset, esto hace que nosotros mismos nos pongamos fecha de caducidad a medida que vamos cumpliendo años. Es como un reloj de arena al que se le va acabando el tiempo y sentimos que ya no seremos capaces de cumplir nuestros objetivos. ¿Cuál es el secreto de acabar con estos límites autoimpuestos? Desafiarnos en cada etapa e intentar cumplir todas nuestras inquietudes. La historia está llena de grandes personajes que persiguieron sus sueños hasta el final de sus días. Según el psicólogo del Instituto Gestalt Viçens Olivé, “es más importante la dirección que la velocidad”. ¡Así que mantente constante!
Agradecer a la vida
“Es de bien nacidos ser agradecidos”, dice el famoso refrán. Lo cierto es que estar en este mundo ya es un regalo, pero a veces no somos conscientes de ello y nos centramos más en todo lo que nos falta por conseguir, sintiéndonos fracasados por todo el camino que aún nos queda por recorrer. Hay personas que escriben un diario de gratitud a diario porque está comprobado científicamente que sentirse agradecido es beneficioso para nuestra salud mental, inmune, del sueño y del corazón. Según la Universidad de Utah en EE.UU, la gratitud se asocia al optimismo y esta tendencia de juzgar el lado más positivo de las cosas refuerza nuestros sistema inmunológico.
Generar dopamina y serotonina de forma natural
La dopamina y la serotonina son conocidos como los químicos de la felicidad y son producidos de forma natural por nuestro cuerpo a través de actividades cotidianas como el ejercicio físico, tener una alimentación adecuada o hacer el amor. Así que mantenernos activos, cuidar nuestra dieta y tener una actitud optimista ante la vida pueden ayudarnos a aumentar los niveles de estos neurotransmisores. En este blog ya te contamos en un post anterior todos los beneficios que puede tener para nuestra vida utilizar un lenguaje positivo.
A veces solo pensamos que podemos entrenar nuestro cuerpo y que hay ciertas cosas que ya nos vienen dadas y no podemos cambiar. Pero no es cierto, nuestro cerebro es plástico y tenemos la capacidad de entrenarlo, pero no solo eso, somos capaces de desaprender, volver a aprender, adaptarnos y superar todas las limitaciones que nos encontramos a nuestro alrededor. ¡Así que adelante!