Lucía Ortiz, recepcionista de nuestro centro de Madrid, nos cuenta la experiencia en los baños junto a su madre:
«Hace unos meses le pregunté a mi madre por qué siempre estaba preocupada por mi hermano o por mí hasta que llegábamos a casa, si sabía que no nos iba a ocurrir nada malo, a lo que ella me contestó: “Las madres nunca dejamos de preocuparnos, porque nunca dejamos de ser madres.”