Los masajes se han convertido en la nueva y última tendencia de belleza para el alma y el cuerpo. Las rutinas de masajes manuales son capaces de revitalizarnos por dentro y por fuera. Así, cada vez son más las personas que afirman y garantizan los múltiples beneficios que determinadas técnicas de masaje pueden aportar a nuestro organismo, tanto a nivel mental como físico. 

Los masajes inundan nuestra rutina de serenidad y equilibrio, nos ayudan a desconectar y a evadir la mente. Además,  a consecuencia de los ritmos actuales y de una vida sedentaria, algunas partes del cuerpo sufren dolencias y molestias que pueden ser tratadas mediante diferentes técnicas de masajes con las que conseguir relajar partes del cuerpo tan fundamentales para disfrutar de una salud plena.

De hecho, no es de extrañar que los masajes sean una de las formas más demandadas para sumar salud y bienestar al cuerpo. Hace más de mil años que los masajes son usados como una efectiva técnica con la que revitalizar el cuerpo, renovar energía, conseguir relajación, descontracturar e incluso rejuvenecer. 

La variedad de tipos de masajes es muy amplia

Probablemente los masajes sean una de las técnicas y tratamientos terapéuticos más antiguos de la historia. Gracias al uso del propio cuerpo se pueden conseguir diferentes objetivos beneficiosos para la salud del organismo. Además, dependiendo de la técnica llevada a cabo y del tipo de masaje, se pueden lograr diferentes propósitos: desde la relajación de los músculos hasta la estimulación del sistema inmunológico.

reflexologia

Tipos de masajes más comunes

Tipos de masajes hay muchos pero algunos son los más conocidos por gran parte de la población. Bien sea por sus buenos resultados, por el tipo de objetivo a conseguir o por su popularidad en el tiempo, estos son los 8 tipos de masajes más comunes en la actualidad:

 

  • Masaje relajante: Es probablemente el tipo de masaje más conocido ya que se centra en eliminar el estrés y la tensión acumulada tras el día a día. Para conseguir los objetivos se realizan diferentes movimientos largos, firmes y progresivos con los que conseguir relajar la tensión muscular y provocar un estado de relajación óptimo.
  • Masaje terapéutico: Su uso es bastante común en centro de rehabilitación para mejorar el estado de alguna parte del cuerpo que se haya visto fracturada o dañada. Puede emplearse para tratar varios tipos de trastornos musculoesqueléticos y sus condiciones.
  • Masaje de tejido profundo: Mediante movimientos lentos y con fricción, se aplica una intensidad más profunda que la de un masaje relajante. Así se puede llegar a conseguir la eliminación de toxinas y de la tensión muscular.
  • Masaje sueco: Aunque probablemente nunca hayas oído hablar de este tipo de masaje, es uno de los más comunes en terapia. Se realiza con movimientos básicos pero necesarios para relajar y eliminar toxinas. La sesión suele comenzar ejerciendo presión en el sentido de la circulación de la sangre para calentar los músculos; más tarde, se incide en los tejidos más profundos. 
  • Masaje con piedras volcánicas: En los últimos años es uno de los masajes más demandados. Siguiendo una técnica similar al del masaje sueco, se le añade el uso de piedras calientes de basalto con las que conseguir relajar los músculos y restaurar la armonía del cuerpo. Además, se aplica una leve presión sobre las piedras y son utilizadas también para masajear el cuerpo.
  • Masaje japonés o Shiatsu: En el masaje japonés se incide sobre los meridianos de acupuntura. De este modo se logra la canalización de la energía mediante técnicas de respiración y leves presiones. 
  • Masaje con cañas de bambú: El uso de las cañas de bambú sobre el cuerpo humano mediante un suave masaje, ayuda a activar la energía del organismo y devolverlo a su estado de relajación óptimo.
  • Reflexología: Basada en la teoría de la terapia de la zona, la reflexología se centra en diferentes puntos del pie para reflejarse en otras partes, órganos o músculos.

Tipos de masajes poco conocidos pero muy efectivos

A pesar de que hay ciertos masajes a los que todos solemos acudir cuando padecemos alguna dolencia o estrés, existen también algunos tipos de masajes menos comunes pero que, por el contrario, aportan una infinidad de ventajas y beneficios para el organismo: 

  • Masaje maya: Se realiza utilizando bolsas de tela con hierbas aromáticas en su interior. En este caso las pindas (las bolsas de tela) reemplazan las manos a la hora de aplicar presión sobre el cuerpo.
  • Masaje balsámico: Mediante la utilización de diferentes aceites esenciales altamente concentrados se generan defensas en el cuerpo para combatir patógenos, como virus o bacterias.
  • Masaje lomi lomi: En esta modalidad, originaria de la antigua Polinesia, el masajista utiliza el antebrazo, brazo y codo para masajear el cuerpo con movimientos progresivos. Es importante trabajar con movimientos armoniosos que faciliten el paso de la energía.
  • Masaje pinda: Su objetivo es lograr hacer fluir la energía y para ello se comienza con el pulso del ombligo. Durante el proceso se estiran los músculos, se alinean los tendones y los ligamentos. El masaje pinda está diseñado para tratar reumas, relajar el cuerpo  y trabaja desde lo superficial a lo profundo. 

En Hammam Al Ándalus somos buenos conocedores de los múltiples beneficios que un masaje puede aportar al organismo. Un masaje puede ser el elemento que consiga bajar nuestras revoluciones, disminuir el estrés y hacernos desconectar. Por ello, los masajes están altamente relacionados con un mejor descanso e incluso con un aspecto físico también mejor. Además, dependiendo del tipo de masaje, puede llegar a reafirmar el tejido muscular y reactivar así la circulación sanguínea.