Párate a pensar cuántos momentos al día dedicas a estar en auténtico silencio. Un solo instante en toda su plenitud dedicado a estar en armonía contigo mismo. ¿Difícil, verdad? Si reflexionas sobre todo lo positivo que puede traer a nuestra vida el silencio, le reservarías un hueco privilegiado en tu agenda.
En un mundo hiperconectado de tecnología no concebimos estar parados ni un rato. Y aprovechamos cada hueco para ser productivos. Esta actividad siempre está acompañada de sonidos, pero, ¿cuántas veces disfrutamos de un momento de silencio? Aunque en esta sociedad la norma sea vivir deprisa y en continuo alboroto, el silencio es una terapia excelente para muchas cosas. ¡Descubre cuáles!
Encontrar la verdadera desconexión
Parece que no podemos estar callados sin que nos ronden miles de ideas por la cabeza. Y no nos referimos solamente a que permanezcas callado un rato, sino a que te encuentres aislado de ruidos externos y a no estar internamente dándole vueltas a alguna preocupación. No verbalizamos, pero en el fondo estamos conversando con nosotros mismos de manera interna. El silencio nos ayuda a encontrar la verdadera desconexión.
Conectar con nosotros mismos
Hay actividades muy beneficiosas que nos facilitan la desconexión de la vorágine del día a día. La práctica de disciplinas orientales como la meditación o el yoga nos ayuda a acercarnos más a nosotros mismos y a relajarnos de manera real. Buscar el silencio conscientemente es muy positivo porque nos calma en momentos de ansiedad, nerviosismo o estrés y, además, nos ayuda a conectar con nosotros mismos.
Superar la dependencia al ruido
Estamos acostumbrados a estar en “alerta” las 24 horas del día, incluso cuando dormimos. El ordenador, la televisión, el tráfico, el teléfono móvil… Siempre estamos en contacto con algún sonido. Para nuestro cerebro es raro no escuchar nada y a veces estamos tan atentos a lo que pasa en el exterior que perdemos la orientación de lo que nos pasa a nosotros mismos. Le tenemos miedo al silencio porque es una sensación que nos hace sentir abandono y desprotección. Conoce el espacio íntimo que te brinda el silencio y sus posibilidades.
Estar en sintonía con nuestro interior
Casi nunca dejamos espacio a la reflexión real. Para cuidar nuestra salud psíquica y conseguir una vida interior tranquila y en paz los psicólogos recomiendan estar en silencio. Solo así llegaremos a conclusiones relacionadas con nuestra vida como qué decisiones tomar, qué nos está preocupando o qué es lo que realmente queremos o necesitamos. Consigue esta sintonía con tu interior y reconecta con tu esencia y tu yo más natural.
Volver a fijarte en lo que te rodea Vamos por la calle caminando y hablamos por teléfono. Conducimos el coche y ponemos la radio. Estamos en el trabajo y aprovechamos para poner música. ¿Sabes realmente lo que está pasando a tu alrededor? El silencio nos ayuda a mantenernos más próximos a lo que pasa a nuestro alrededor y, parece una tontería, pero haciendo este ejercicio somos más conscientes de los olores y pequeñas cosas.