Ven conmigo al hammam:
hay luz de cielo encima de esta agua
y dejo que mi espíritu esté en mi cuerpo y fuera.
Se caldean y enfrían
en un tiempo que es doblemente tiempo:
el agua es maternal y sabe de nosotros.
Los pies flotan y caen hasta el fondo
con esta lentitud
que ya querremos siempre en nuestra vida.
Al salir a la tarde nuevamente,
Al revivir, de haber flotado juntos.