Los personajes de Sabatino Cersosimo son orgánicos, tienen piel y latidos. Observándolos podemos intuir incluso la angustia o serenidad de sus rostros. Y hasta el destello de sus ojos al reaccionar a una noticia que acaban de recibir o lo sedoso de sus cabellos con el hipotético viento que roza sus siluetas.
Las creaciones de Cersosimo son pura vida, aunque todo su universo se desarrolle desde las placas de acero sobre las que su creador les da forma. Sabatino hace reales todos sus ángulos mediante pintura al óleo con un proceso de oxidación. Sin embargo todas estos seres humanos de la ficción parten de ingredientes orgánicos, ya que su autor utiliza también agua, sal y otros elementos para elaborarlos.
Desde el 11 de mayo y hasta el 2 de junio, los personajes de Sabatino Cersosimo se mudan a la Galería THEREDOOM de Madrid en su primera exposición individual en España titulada “Pintura Viva” y comisariada por Andrea Perissinotto. Se trata de un conjunto de obras realizadas a partir de la oxidación sobre acero y pintura al óleo. Hay más sorpresas. A lo largo de la duración de la muestra, el artista creará una obra in situ y la presentará al público en el “finissage” el 2 de junio.
“Las obras de Sabatino Cersosimo viven una existencia que se desvía de la inmortalidad, para golpearnos con su belleza rebelde, pidiéndonos que seamos conscientes de que ni ellas, ni nosotros, duraremos para siempre y la exposición “Pintura Viva” refleja, de alguna manera, la búsqueda del artista hacia una interacción constante entre quien mira y quien está siendo mirado, como si fuera la última ocasión para que ambos se entreguen a ese instante compartido o para contaminarse con el suspiro de la vejez, que acaricia las noches de invierno, parando por un segundo el frenesí imperativo de nuestra sociedad moderna”, nos cuentan desde la Galería THEREDOOM.
Hace cinco años Sabatino Cersosimo empezó a experimentar con un proceso de oxidación que ya se ha convertido en una marca artística, tanto estética como conceptualmente. “Nos devuelve a unos seres humanos impregnados de imperfecciones e inquietudes; debilidades que los rinden más falsos aún que la propia ficción de la que están hechos, pero a la vez, esa hipérbole de incertidumbre los desnuda de cualquier pudor y es así como se nos ofrecen: en su autenticidad inacabada”, nos explican desde THEREDOOM.
Los cuadros de Cersosimo se caracterizan por su sinceridad y nos susurran a gritos que es imposible parar la cuenta atrás a la que intentamos dar la espalda continuamente, “hasta que las arrugas corroan nuestro ‘nuevo’ cuerpo”. “En definitiva este “Memento Mori” con el que el artista diluye el óleo que surca la superficie plateada de las obras, se convierte en un mensaje intergeneracional, que mezcla la añoranza con el arrepentimiento y nos induce a pensar en lo bueno que es poder estar pensando, en este mismo instante, siguiendo la partitura de una existencia cuyo fin llegará cuando tenga que llegar”.
En definitiva Pintura Viva es un homenaje a las personas que estuvieron en nuestras vidas y aquellos que vendrán. Sabatino nos presenta el acero, material que se convierte en “el umbral entre lo imaginario (la obra de arte) y lo real (el propio espectador).