La lluvia caminaba con pasos de gacela
Con alas de pájaro las nubes te llevaban
El nuevo día de un reino
Frugal como la espuma
Te saludaba.
Un año nuevo para entrar a vivir y estrenando sus muebles y paredes. Tan nuevo y tan limpio como un vestido recién comprado o un juguete que acaban de dejar los Reyes o un perfume que todavía no se ha abierto o un manjar que se ha sacado ahora mismo del horno o una risa que aguarda en el pecho para salir cuando acabe el relato de un chiste.
Las ciudades nos susurran relatos muy antiguos al oído. Lo hacen mediante sus calles y su patrimonio. Tesoros que después de siglos, permanecen entre nosotros. Nos pertenecen y están repletos de historia. Uno de estos lugares mágicos se encuentra en Granada. La Calle Real Alta de la Alhambra, que constituía el principal eje de la Medina.
Dijo William Shakespeare que “todo viajero guarda a Granada en su corazón, aún sin haberla visitado”. Lo que no mencionó el dramaturgo es que la ciudad de la Alhambra ofrece tantas caras al visitante, que su alma se torna camaleónica. Un mosaico que nos hará recorrer, sin remedio, una cara dotada de una belleza eterna. Elijamos el atajo que elijamos. A pesar de los siglos de su existencia. ¿Con cuál de estas rutas te quedas?
Madrid es una ciudad para disfrutar durante cada una de las cuatro estaciones del año. Otoño, invierno, verano y primavera. Y es que cada una de ellas nos muestra una postal distinta y hermosa de la capital gatuna. Os dejamos una serie de propuestas. Para que os enamoréis aún más de la urbe que nunca duerme.
La Alhambra más cerca es un programa que organiza este monumento granadino. Con él los visitantes nos podemos aproximar al castillo rojo. Y de esta manera conocer aspectos más especializados de su historia. Una de sus propuestas consiste en que expertos universitarios hagan visitas guiadas centrados en una temática. Aspectos más concretos de la fortaleza como las matemáticas, la geografía, la poesía o la música nos ayudan a conocer más de cerca a este monumento. Símbolo de la identidad e integración.
No hay nada más granadino que la Fajalauza. La cerámica artesanal que ha caracterizado a la ciudad de la Alhambra durante cinco siglos y que tiene su origen en la época mozárabe. Por eso es tan importante poner en valor que esta artesanía haya llegado a nuestro tiempo intacta. Y, sobre todo, que trabajemos para conservarla. Para que este arte que caracteriza tanto a esta tierra no se pierde y pueda reproducirse durante muchos más siglos.
 
									 
									 
									 
									 
									 
									