A veces la realidad supera la ficción. Estamos en la calle, caminando con el impulso de nuestra rutina normal y, de repente, ocurre algo que nos deja boquiabiertos. Porque la naturaleza puede ser el escenario más impresionante, mucho más que un decorado de una superproducción de Hollywood. Cada cambio de estación nos sorprende un espectáculo atmosférico distinto. Repasamos fenómenos meteorológicos que han inspirado a personas de todo el mundo.
Auroras boreales
Siempre soñamos con territorios lejanos. Tal vez viajar al Polo Norte, permanecer despiertos durante la noche para ver estrellas y sorprendernos de repente por un cielo de colores verdes, turquesas y hasta rosas. Quien ha sido testigo de este fenómeno confiesa que su belleza no puede describirse con palabras. Y quien aún no ha podido presenciarlo, sueña con poder hacer este viaje algún día. El término debe su nombre a la diosa romana del amanecer, Aurora, y a la palabra griega que significa norte, Bóreas. Este fenómeno es conocido como aurora astral en el hemisferio sur, donde se pueden ver entre marzo y septiembre y como aurora boreal en el hemisferio norte, visibles entre septiembre y marzo.
Nubes lenticulares
Aunque su nombre se debe a su forma de lentejas, son nubes que nos recuerdan más a platillos volantes que nos observan desde las alturas. Suelen formarse a grandes altitudes, en lugares de zonas montañosas, donde no suele haber otras nubes. Por eso es muy frecuente verlas en ciudades como Granada, cuya foto de una nube lenticular en Sierra Nevada fue imagen del día de la NASA en 2013 y recorrió todo el mundo. También el fotógrafo granadino Victoriano Izquierdo retrató este bello fenómeno desde la ciudad y sobre la Alhambra y Sierra Nevada, cargada de nieve. Las nubes lenticulares dan mucha información, ya que avisan a los montañistas de que la tormenta está cerca y a los pilotos de aerolíneas de que deben evitarlas porcre crea turbulencias en los sisteas de rotor.
Arco iris
Aunque sea un fenómeno al que estamos más acostumbrados, siempre es una alegría que un arco iris nos sorprenda después de una lluvia. En este fenómeno meteorológico se descomponen los siete colores del espectro visible de luz (rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta) en forma de arco. A veces vemos hasta dos arcos. Se forman cuando la luz blanca del sol atraviesa las partículas de agua de la atmósfera. La luz blanca se descompone en los siete colores. Lo que no se suele saber es que no tienen forma de arco, sino de círculo, Aunque lo veamos con forma de arco, se trata de un círculo iris, pero no podemos ver su forma completa desde el cielo, así que solo vemos el semicírculo, debido a la curvatura de la tierra.
Halos
Los halos o aro iris también son un efecto óptico con forma de disco alrededor del sol o la luna. Aunque es un fenómeno atmosférico que se puede dar en cualquier lado, es mucho más común en zonas boreales como Escandinavia, Groelandia o Alaska. Normalmente avisan de una tormenta o de mal tiempo. Los colores más comunes del halo son el rojo en el lado interno del anillo y el verde o azul en la parte exterior.
Nubes iridiscentes
Estas nubes de colores se parecen a las manchas de aceite, alquitrán o gasolina que encontramos en superficies de agua. Se manifiestan con tonalidades pasteles, aunque a veces pueden ser colores muy vivos. Es un fenómeno muy bello, pero muy poco común y suele aparecer en nubes del tipo altocúmulos, cirricúmulos y nubes lenticulares, siendo muy poco habitual en nubes cirro.