Las matemáticas tal y como las conocemos hoy no serían lo que son sin las aportaciones de la cultura islámica y el desarrollo de esta ciencia en Al Ándalus. El sistema numérico mundial procede del sistema alfanumérico arábigo. El primero en introducir el uso del cero, dando lugar al actual sistema decimal.
El desarrollo científico estuvo aparejado al desarrollo económico, la expansión del territorio y la religión. Sucedió durante la época dorada de la civilización islámica en la península. En Al Ándalus los centros de estudio matemático más importantes fueron Córdoba y Toledo.
Las matemáticas eran una herramienta para resolver problemas de otras ciencias como la medicina. Pero también situaciones de la vida cotidiana. Destaca su aplicación a la construcción de edificios, al comercio y finanzas del estado, y al reparto de herencias.
En el desarrollo de las matemáticas en Al Ándalus, se diferencian tres etapas. Primero, gracias al contacto con la cultura griega, se da un periodo de adaptación de los conocimientos griegos. Se tradujeron los textos de Euclides, Thales, Tholomeo, etc.
Posteriormente, cuando estas teorías han sido absorbidas, no solo se aplican las teorías griegas. Sino que además se impulsan y desarrollan. Especialmente en la resolución de problemas numéricos. Sucede desde mediados del siglo VIII hasta el X.
Finalmente, desde el siglo X y hasta el XV, es cuando se produce la mayor innovación en el desarrollo de las matemáticas. Especialmente del álgebra, la trigonometría y las matemáticas aplicadas.
La astronomía fue la propulsora de las matemáticas
En la época de Al Ándalus no existía una diferenciación clara entre muchas de las ciencias y tecnologías que se desarrollaban. Los mayores creadores de conocimiento eran estudiosos en la mayoría de los casos. Sentían curiosidad por diversas ramas. Y eran al mismo tiempo filósofos, matemáticos y médicos, no existía especialización.
En el caso de las matemáticas, estaba profundamente relacionada con la astronomía. Por una parte la importancia de la astronomía radicaba en su uso para la navegación. Para orientarse en mar abierto eran vitales los mapas del cielo o planisferios celestes. La extensión territorial por el Mediterráneo hizo imprescindible modificar y adaptar la lectura de las estrellas a las nuevas coordenadas, desde las que se navegaba. Por lo que se adaptaron al meridiano de Córdoba.
Por otra parte se usó para adaptar el calendario lunar, pasando de los años de 365 días de los persas a los años árabes de 354 ó 355 días.
Las matemáticas dieron lugar a un gran desarrollo instrumental
Destacamos al matemático Abbas Ibn Firnás (Ronda 810, Córdoba 887) que fue considerado el precursor de la aeronáutica, construyó un observatorio o planetario, en forma de cúpula para observar el movimiento de los planetas.
También construyó un modelo mejorado de esfera armilar, y una clepsidra o reloj de agua. El primero se trataba de una reproducción vectorial de una esfera celeste. Que se usaba para imitar el supuesto movimiento de de las estrellas alrededor de la Tierra. Y posteriormente del Sol. Se trata de una estructura de círculos graduados. Que muestra el ecuador, la eclíptica y los paralelos y meridianos astronómicos.
Otro instrumento relacionado con este y que también se renovó fue el astrolabio. Una versión en dos dimensiones de la esfera armilar. Era usado por los navegantes para determinar su posición gracias a la localización de las estrellas en el cielo. Además servía para calcular la hora y medir distancias mediante triangulación. Se considera el origen de la brújula y el sextante.
Como curiosidad también destaca la fabricación de una clepsidra o reloj de agua, basada en los principios de Arquímedes, que permitía determinar la hora cuando no se disponía de sol ni estrellas.
Como vemos son cuantiosas las aportaciones de la civilización islámica a esta área de la ciencia, son muchas las curiosidades que podemos encontrar, nosotros hemos compartido algunas. Si conocéis alguna os animamos a compartirlas con nosotros.