Como siempre decimos en Hammam Al Ándalus, el agua es fuente de vida y nuestra razón de ser. Por ello hoy vamos a hablaros de otra de las principales funciones del líquido elemento, la hidratación.
Cuando hablamos de hidratación nos referimos al proceso por el cual las personas en este caso, o cualquier organismo vivo en general, incorpora agua a su sistema. No olvidemos que los seres vivos somos en esencia agua. Agua que forma los músculos, los huesos, los tejidos, etc. Por ello la pérdida de líquido, deshidratación, produce en nosotros fatiga, cansancio, falta de atención, enrojecimiento de la piel…Una hidratación adecuada ayuda al organismo a funcionar correctamente ya que el agua actúa como parte del alimento que necesita para generar energía y purificar el cuerpo.
El principal indicador o consejo sobre cómo mantener una buena hidratación es muy simple. Bebe agua siempre que tengas sed. La sed es un mecanismo fisiológico que responde a indicadores internos que le dice al cerebro que hay un desequilibrio en la concentración de los líquidos del cuerpo, y entonces sentimos sed para volver a un estado óptimo. Esto obedece a que las personas, como la mayoría de los mamíferos, estamos diseñados para funcionar en un estado de deshidratación moderada, que corregimos con la ingesta de comida y alimentos. Es decir, los humanos no tenemos capacidad para almacenar líquidos y minerales como para compensar un futuro déficit, ya que los que nos sobran los expulsamos a través de la orina.
A continuación os dejamos alguno de los mitos más repetidos en cuanto en lo que a la hidratación se refiere.
Hay que beber ocho vasos de agua al día. La capacidad es una cuestión individual, dependerá de cada uno. La recomendación estándar es 2,5 litros diarios en el caso de los hombres y 3,5 en caso de las mujeres. Pero es una media estándar.
El color de la orina, una orina clara indica buena hidratación. Es cierto que existe una relación entre el color de la orina y la hidratación, y que si es muy oscura puede ser síntoma de algún problema, pero no necesariamente de deshidratación.
La cafeína deshidrata. El consumo de cafeína conlleva directamente un mayor filtrado por parte de los riñones, los riñones siempre están trabajando y hay que tener en cuenta que también influyen los hábitos alimentarios a los que el organismo está acostumbrado
Después de un elevado esfuerzo físico hay que ingerir tantos litros de agua como de sudor se han perdido. Esto no es cierto ya que a través de la sudoración no solo se pierde agua, si no sales minerales y otros compuestos químicos. Es decir, la cantidad de sudor suele ser mayor que la cantidad de agua que necesitaremos para recuperarnos.
Cuanto más líquido ingiramos mejor. El exceso de ingesta de agua puede llevar a una sobrehidratación que puede hacer que bajen los niveles de sodio en sangre, teniendo consecuencias negativas sobre la salud.
Una buena hidratación elimina el riesgo de insolación. El riesgo de insolación es consecuencia de altas temperaturas, por encima de los 40º, la deshidratación puede agravar esta situación pero no es existe una dependencia directa.
Esperamos que os haya resultado interesante esta entrada, ¿qué otros mitos conocéis sobre la hidratación/deshidratación? En nuestra próxima entrada os hablaremos de la hidratación de la piel.