Comienza mayo y la primavera se encuentra en todo su esplendor. En un rincón de la Andalucía Oriental destacan los colores y fragancias de las flores. Los patios recorren todo el casco antiguo de Córdoba. En este post nos vamos a asomar a esta tradición casi centenaria, que reúne a visitantes de todo el mundo. Hablamos con Teo Fernández, el directivo más joven de la Asociación de Amigos de los Patios Cordobeses.
Aunque durante abril y mayo se abren a todo el mundo, el resto del año se mantienen ocultos, en su mayoría porque suelen ser domicilios donde viven familias. Sin embargo, durante el Festival de los Patios Cordobeses estos rincones (de 45 a 55) se abren de forma generosa para compartir su belleza con las personas que desde fuera se animan a conocer en primera persona esta iniciativa de Córdoba.
Hace casi un siglo, en 1921, se organizó por primera vez el Festival de Patios. Se llama así porque no solo es un concurso, sino que también hay actuaciones y se crea para mantener la tradición de poner bonitos los patios. “Ante la llegada de la arquitectura moderna, el objetivo de esta celebración era mantener las tradiciones florales y decorativas cordobesas”, nos cuenta Teo Fernández.
Sin embargo, esta idea no triunfó inicialmente y los cordobeses tardaron doce años más en celebrar el siguiente. Esto, sumado a los parones acontecidos durante la Guerra Civil, hace que esta celebración no esté cerca aún de cumplir los 100 años. Desde 2012 el Festival de Patios Cordobeses es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. De esta manera, aunque los patios cambien de domicilio, están protegidos como tradición.
En este post nos asomamos a la Asociación de Amigos de los Patios. Se trata de una entidad privada y sin ánimo de lucro. En el año 74 varios amigos observaron que se estaba perdiendo la tradición de los patios cordobeses y reunieron dinero de su bolsillo para comprar dos casas: San Basilio número 50 (ahora 44 porque se han perdido casas) y Casa de las Campanas, Siete Revueltas, 1.
“San Basilio, 44 es el único patio de Córdoba que está todo el año abierto gratis porque nuestra asociación alquila sus locales como oficinas o talleres de artesanía y el público puede visitarlos mientras están abiertos en horario comercial”, nos cuenta Teo Fernández. Aunque desde hace cuatro años casi siempre ganan algún premio del concurso, durante décadas estos patios han estado sin poder participar por tratarse de una asociación.
Gitanillas, claveles, buganvillas, zarcillos de la reina, hortensias… Las macetas de flores son las auténticas protagonistas, estableciéndose una relación muy especial entre las plantas y sus cuidadores y cuidadoras, ya que estos dedican muchas horas diarias a que luzcan en todo su esplendor. Esta tradición se hereda de padres y madres a hijos e hijas. Solo hay una forma de descubrir este vínculo tan mágico entre Córdoba y sus macetas y es visitarla durante estos días. No te pierdas la belleza de los patios y, sobre todo, ten paciencia a la hora de visitarlos, ya que hay aforo limitado en cada uno de ellos, y sumo respeto hacia estos seres vivos que llenan de color y buenos aromas las calles cordobesas.