Contenidos
La dificultad para que los más pequeños de la casa se concentren puede convertirse en un auténtico desafío a largo plazo. Esta situación no solo puede afectar al aprendizaje del niño o de la niña, también puede llegar a alterar la vida y rutina diaria de toda la familia.
Es fundamental para el desarrollo del pequeño encontrar el origen o las circunstancias que pueden haber ocasionado esa dificultad para concentrarse. Además, hoy en día existen diferentes formas de evitar distracciones e intentar ayudar a que la concentración vuelva a los pequeños.
Cómo ayudar a tu hijo a concentrarse en casa
Tener dificultad para concentrarse puede afectar a varios aspectos de la vida de los más pequeños de la casa. Por ello, es fundamental que desde el propio hogar se les ayude a recuperar la atención con técnicas de relajación u otros métodos alternativos.
Poco a poco, sencillas prácticas en el día a día pueden mejorar considerablemente el nivel de concentración de nuestros hijos y, por lo tanto, también su rendimiento. Además de intentar entender el motivo que puede provocar esa desconcentración, es fundamental estar con ellos y ayudarles a no distraerse con elementos o agentes externos. Por supuesto, es necesario hablar con ellos sobre nuevos desafíos, formas de afrontarlos y las fortalezas que ellos tienen para lograrlos.
Cuando poco a poco esos logros vayan siendo adquiridos, ¡es momento de celebrarlo! Las felicitaciones por haber conseguido un reto tras una dedicación o esfuerzo pueden ayudar a hacer crecer la seguridad del pequeño y a reforzar su autoestima. Esto, casi sin querer, provocará que la próxima vez estén mucho más motivados ante nuevos retos o desafíos.
Ejercicios que ayudan a la concentración de estudiantes
Es momento de comenzar a ayudarles a concentrarse en sus tareas y deberes. Una mayor capacidad de concentración les será de gran utilidad no solo ahora, también en su futuro más próximo y cercano, pero ¿cómo ayudarles a concentrarse cuando son estudiantes? Anota las siguientes claves, consejos y ejercicios para conseguirlo:
- Comenzar pronto con los deberes
Aunque pueda parecer algo que no afecta a la concentración de los más pequeños, lo cierto es que la concentración será más complicada de obtener cuanto más tarde se empiece con la tarea. Por ello, es recomendable que comiencen con sus deberes nada más llegar a casa. Si primero disfrutan del ocio o de un momento de descanso, luego será bastante más complicado volver a ese punto deseado de concentración.
- Conciencia plena
La clave está en prestar atención en la tarea que se está realizando. Enfocarse en el momento puede mejorar considerablemente la capacidad de concentración de los niños e incluso su comportamiento general. Es preciso que se sienten en silencio, sin distracciones y utilizando su respiración como método de relajación.
- Instrucciones claras y sencillas
Si la concentración no está muy afianzada, puede ser de gran ayuda limitar las tareas y hacer que sigan indicaciones de una en una. Por lo tanto, es mejor no sobrecargar al niño con demasiadas tareas o instrucciones al mismo tiempo.
- Evaluar lo que no funciona
Es fundamental estar al lado de ellos cuando la concentración no está presente en la realización de las tareas o deberes. Aunque sea manteniendo la distancia, los más pequeños deben estar acompañados en esas tareas en las que les cuesta mantener la atención. Además, es importante que el adulto evalúe qué técnicas sí están mejorando su concentración y cuáles no.
- Programar tiempos
Otra herramienta útil consiste en fijar tiempos de concentración específicos para lograr pequeños intervalos de concentración. De esta manera y en base a periodos que hemos establecido, el pequeño puede descansar y aprovechar para jugar o merendar, por ejemplo. Así, si los periodos de concentración son cortos e intermitentes, puede que al principio les resulte más fácil que si se trata de una larga tarde de deberes y concentración.
Recuerda que disponer de un espacio abierto, ordenado, luminoso y en tonos relajados son pequeños detalles que también pueden ayudar considerablemente a que los más pequeños logren concentrarse en casa.