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Si buscas adentrarte en el mundo de la exfoliación en la piel, no te pierdas estos siguientes consejos para iniciarte.
¿Para qué sirve exfoliar la piel?
Nuestro cuerpo, como muchos sabréis, se conforma de miles de células. Sin embargo, aunque las mismas nos aporten vida, también sucumben a su propio ciclo hasta morir, siendo las células muertas aquellas que tendemos a acumular y que impiden una correcta respiración de nuestra piel. Esto se traduce en diferentes poros que apenas pueden retener la absorción de los componentes anti-edad aplicados en nuestros productos de belleza habituales. Es en ese preciso momento cuando necesitamos de una exfoliación en la piel.
Considerado como una de las terapias wellness más famosas, la exfoliación es un proceso natural enfocado a renovar la piel gracias a la eliminación de todas las células muertas acumuladas en la epidermis a través de un exfoliante facial o corporal que nos permita adquirir una piel suave y brillante.
No te pierdas estos siguientes consejos para cuidar la piel y sucumbir a la exfoliación.
¿Cómo exfoliar la piel del cuerpo de forma correcta?
¿Cada cuánto exfoliar la piel del cuerpo?
Cuando nos disponemos a iniciar un tratamiento de exfoliación, son muchas las preguntas que surgen: ¿En qué momento del día? ¿Qué recetas naturales puedo aplicarme? Pero especialmente: ¿Cada cuánto debo exfoliar la piel?
En primer lugar, podemos exfoliarnos de dos a tres veces por semana, si bien siempre dependerá del producto que utilicemos, ya que algunos pueden incluir componentes más agresivos que otros. En ese caso, no olvides consultar las instrucciones de uso.
Respecto al momento idóneo, durante la ducha es una buena opción. A la hora de iniciar la exfoliación corporal, puedes comenzar por los pies e ir ascendiendo progresivamente a los muslos, al abdomen, de ahí al corazón y, si lo deseas, también en la cara.
Consejos para cuidar la piel durante todo el año
- Remedios caseros
A la hora de optar por remedios caseros para la exfoliación, puedes optar por una combinación de bicarbonato y limón, o una mascarilla de clara de huevo para los puntos negros y cáscaras de naranja que aclaren la piel. Si no, también puedes utilizar diferentes cremas propicias.
- Cuidarse en verano
El contacto directo del sol con una piel sin protección es uno de los peores favores que podemos hacernos. Por ese motivo, en los días de verano, y especialmente cuando vayas a la playa, utiliza una crema solar cuyo SPF se adapte a tu tipo de piel. La mejor forma de prevenir y ahorrarnos más de un susto en el futuro, tanto a nivel estético como sanitario.
- El poder de la hidratación
La hidratación es esencial durante los 365 días del año para proteger tu piel. Bebe 2 litros de agua al día, utiliza esencias para hidratar la piel como aceite de coco o aloe vera, y haz uso de la crema que mejor se adapte a ti.
Si además optas por acudir al hammam, disfrutarás no solo de la mejor hidratación y limpieza de la piel, sino de un relax tan necesario en unos tiempos en los que el estrés supone otro camuflado enemigo para nuestra piel.