Miscelánea

Septiembre: final del verano

“El final del verano llegó y tú partirás”, cantaba el Dúo Dinámico en los sesenta. Nos suenan esa música y esa letra. Aunque las temperaturas veraniegas según en qué ciudades se prologuen hasta octubre y noviembre, septiembre clausura este estío, tal y como lo concebimos en nuestro país: meses de vacaciones, de viajes y fiestas, de descanso y programas contra la rutina o el estrés. Por lo tanto, fin de muchos romances fugaces en los paseos o en las playa, fin de las olas acariciando los cuerpos, fin de las acampadas durmiendo bajo el cielo claro, fin de los ventiladores y aire acondicionado, cese del dolce far niente. No del todo, claro. Hay quienes viven instalados en esa burbuja de no hacer nada, mientras los demás se conforman con el fin de semana o esperan hasta las vacaciones.

Septiembre inaugura el nuevo curso en centros de trabajo y de enseñanza. Y hasta los decretos del Gobierno. Septiembre vuelve a imponer la prisa entre una tarea y la siguiente, activa muchos planes, interrumpe lo que parecía un eterno buen tiempo. Pero septiembre también llega repleto de secretos, información, celebraciones y vida disponible para jugar a vivirla.

Arde la Amazonia

Arde el pulmón verde del planeta. Arde la clorofila que nos mantiene respirando, arde la historia primigenia de nuestro mundo. ¿Y a nadie le importa? A nosotros sí. Nos importa esa extensión vegetal que guarda el cofre de los tesoros, los animales que son garantía de la evolución, el agua que fluye como el oro de nuestro siglo. Y todo arde, como si el consumo y el bienestar nos hubieran convertido en insensibles o insensatos. Arde lo que somos y creemos que no tiene que ver con cada cual. Arde la Amazonia.

Hace mucho que las cumbres políticas, la acción de las Organizaciones No Gubernamentales, la ONU y los Gobiernos dicen ocuparse del mayor problema que tenemos: cuidar nuestro planeta para seguir existiendo mil siglos más . Pero luego arde nuestro latido, nuestro oxígeno, el vergel que oxigena nuestro auténtico universo, el único donde podemos existir, y entonces sin remedio asistimos al incendio de nuestra vida, como si no nos incumbiera, como si fuera asunto de una zona de otro continente. Ardemos nosotros, nos extinguimos entre cenizas y humo, sin notar el extremo calor, porque está lejos. O eso creemos.

Cine de verano: una educación sentimental

Cine al aire libre para niños, jóvenes, maduros y ancianos. Durante más de un siglo, el cine de verano ha ofrecido aliento, ocio, encuentros de piel, emociones y educación a muchas generaciones. Y sigue siendo un referente cultural y humano en nuestro país, gracias a ese invento mediterráneo del cine de verano. Aunque en realidad sus orígenes datan de 1921 cuando se practicó por primera vez en Texas y luego se popularizó en todo Estados Unidos con el llamado autocine: una gran pantalla que podía verse desde los asientos de los coches en el parking.

FINALIZADO – Concurso Sorteo Perseidas: Báñate en las estrellas

¿Te gustaría disfrutar del espectáculo de la lluvia de estrellas que cada agosto tiene lugar sobre nuestro cielo, en un entorno único y acompañado por un grupo de expertos astrónomos? ¿Quieres además dejarte llevar por las sensaciones que solo puedes encontrar en Hammam Al Ándalus?

¡Participa en este Concurso sorteo que te hará vivir una doble experiencia emocionante! ¿Quieres saber cómo?

Noche de San Juan: el fuego quema y limpia

Fuego queremos para la pasión y para quemar los rastrojos que impiden seguir un camino que vaya lejos. Que ardan los ramajes que nos atan las extremidades y hasta el pensamiento. Es la víspera de San Juan, cada 23 de junio. Por fin llega el momento propicio para renacer de las cenizas como mítica ave fénix.

En España, Europa, Asia, África y Latinoamérica se celebra el fuego desde mucho antes del cristianismo. En la era cristiana se asocia esta festividad con el nacimiento de San Juan Bautista, pero seguramente se adoptaron sus ritos paganos de los ancestros anteriores, como día de júbilo por el advenimiento del solsticio. El símbolo que preside la alegría o la superstición es la hoguera. Se festeja en Occidente el comienzo del buen tiempo, de la fertilidad y del verano, y en torno al fuego se reúne la gente para iniciar esta temporada, un año nuevo que inaugura frutos y cosechas, mejor temperatura y el florecimiento de la vida social.

Madre: un día no basta para festejar su amor

El día de la madre, que este año se celebraba el 5 de mayo, nos invitó a repasar el múltiple relato ajeno y propio que narra y dimensiona el concepto de la maternidad, así como la relación que se da entre madres e hijos.

Ahora ya somos más conscientes de lo que significa el imprescindible amor y la lucha que encarnan la palabra madre, las personas que son madres.

La maternidad, sagrada o pagana, única y necesaria, hoy se nos presenta como lazo indispensable para entender nuestra existencia individual y colectiva. Y no hay días suficientes para dar las gracias a las mujeres madres.

Madre es el país que nos circunda. Madre es hogar y cobijo. Madre es la brújula para nuestros pasos. Madre es la vida desde el comienzo del feto y el bebé que se forma y alumbra el camino.

Retratos de humanidad

La periodista y fotógrafa Pepa Babot ha presentado en Málaga una singular muestra de sus fotografías en torno a un tema: el tarot.

O más bien, partiendo de los valores que significan las cartas del tarot, desarrolla una voluntad de recuperar valores y paradojas, y no parece que su intención sea la de difundir pseudoteorías esotéricas. Hay un afán conceptual en estos retratos.

Y este es uno de los aciertos de la autora: la recuperación del retrato, con toda su dimensión simbólica. Babot ha rescatado a personas de la calle, las ha buscado y les ha pedido mostrarse ante su cámara, porque por el hecho mismo de posar con su aspecto, su atuendo y su actitud, ellas ya están representado principios, aspiraciones, contrastes, deseos, emociones e ideas sobre la condición humana, tan plural y compleja.