Las ciudades nos susurran relatos muy antiguos al oído. Lo hacen mediante sus calles y su patrimonio. Tesoros que después de siglos, permanecen entre nosotros. Nos pertenecen y están repletos de historia. Uno de estos lugares mágicos se encuentra en Granada. La Calle Real Alta de la Alhambra, que constituía el principal eje de la Medina.
No hay nada más granadino que la Fajalauza. La cerámica artesanal que ha caracterizado a la ciudad de la Alhambra durante cinco siglos y que tiene su origen en la época mozárabe. Por eso es tan importante poner en valor que esta artesanía haya llegado a nuestro tiempo intacta. Y, sobre todo, que trabajemos para conservarla. Para que este arte que caracteriza tanto a esta tierra no se pierde y pueda reproducirse durante muchos más siglos.
“El flamenco es universal porque está hecho de raíces y alas. De raíces que vuelan y de alas que arraigan. Por eso el aire huele a tierra cuando lo rasga un quejío. Y la tierra huele a sangre. Y la sangre huele a mar. Y la mar a muerte. Y la muerte a vida. Como si contuviera todos los gozos y las penas, de todos los hombres y mujeres, desde antes de que existiera el tiempo”, Antonio Manuel, Flamenco, arqueología de lo jondo.
Imaginad que existe un lugar que recupera las recetas y sabores de la cocina andalusí con las técnicas gastronómicas más modernas del siglo XXI. Este restaurante existe en Córdoba. Se llama Noor, que significa luz en árabe. Y es poseedor de una Estrella Michelín.
Ali-Ibn Nafi Ziryab fue creador de tendencias en Al Ándalus. Poeta, músico, astrónomo, cantante y gastrónomo. Este iraquí que llegó a la corte de Abderramán II en Córdoba. Allí transformó la forma de comer, de servir la mesa y hasta de vestir de aquel momento.
El verano suele regalarnos momentos mágicos. Muchas fiestas populares se celebran en esta época. Las noches en las que las estrellas, el mar y el fuego adquieren un matiz fascinante. Quemar en las hogueras todo lo malo y no deseado. Para dejar suficiente hueco en nuestra vida para todo lo bueno que está por llegar. El fuego es también importante en el ritual de la queimada. Una bebida muy popular en la cultura y tradición gallega.
Mayo es el mes donde la primavera se muestra con mayor esplendor. Es el momento en el que el verano comienza a asomar, aunque casi siempre nos regale unas semanas pasadas por agua. Y mayo es también el mes de los patios cordobeses. Reserva unos días para disfrutar del color y la alegría de la fiesta de los Patios de Córdoba.