Nos pasamos la vida añorando historias excepcionales. Soñamos con ser los protagonistas de relatos sacados de películas. Y entre sueño y sueño se nos escapa lo más inmediato. Lo cotidiano, lo que nos rodea a diario, guarda una belleza extraordinaria. Uno de los fotógrafos más emblemáticos del siglo XX se encargó de capturarlo, Robert Doisneau (Gentilly, Francia, 1912-1994, Montrouge, Francia).





