Contenidos
- 1 ¿Por qué una cátedra sobre bienestar?
- 2 ¿Por qué se pone el foco ahora sobre el bienestar humano?
- 3 Precisamente, la medicina preventiva parece que es ya otra de las tendencias a tener muy en cuenta.
- 4 Ahora somos más conscientes de la importancia de plantear acciones, de manera regular, para conseguir ese bienestar.
- 5 ¿Qué nivel de concienciación hace falta entre la ciudadanía?
- 6 ¿Cuáles son las áreas de estudio de la cátedra?
- 7 ¿En qué punto se está ahora con ese trabajo?
La búsqueda activa del bienestar nos ha acompañado a lo largo de toda la historia. Culturas como la romana o la árabe le daban una importancia fundamental al cuidado personal, a la relajación y desconexión de su rutina. Es fruto de ese interés que nos hayan legado sus thermae – en el caso de la civilización grecolatina- o sus Hammam – en el caso de la árabe.
En épocas más contemporáneas, el surgimiento de los balnearios a finales del siglo XIX y principios del XX ya ponía de manifiesto que el gusto por estos espacios de recogimiento no había caído en el olvido. No por casualidad, muchos de estos edificios, los históricos y los más recientes, tienen como elemento vertebrador el empleo del agua. Y no eran lugares solo de ocio o recreo, sino que se consideraban auténticos espacios destinados a la sanación y el bienestar.
Son “conceptos ancestrales que se han venido buscando desde siempre”, explica el doctor Manuel Arroyo, director de la cátedra Hammam Al Ándalus I+D+i en bienestar humano de la Universidad de Granada. Esta cátedra, nacida en 2020, busca la generación y transmisión del conocimiento sobre los efectos a nivel físico y psicológico de los modelos clásicos del uso del agua, el masaje y la experiencia holística del baño árabe.
Con el doctor Arroyo iniciamos una serie de entrevistas sobre bienestar, cuidado personal y otras temáticas que son transversales a Hammam Al Ándalus.
¿Por qué una cátedra sobre bienestar?
El bienestar, como cualquier parcela de interés humano, necesita conocerse mejor y es importante que haya recursos destinados a la investigación e innovación. El concepto de salud integral está muy relacionado con que las personas se sientan física y mentalmente mejor y cuanto más conozcamos sobre este tema más podremos avanzar en desarrollar estrategias que produzcan bienestar.
¿Por qué se pone el foco ahora sobre el bienestar humano?
Antes teníamos muy relacionado el concepto de salud a la falta de enfermedad. Hoy en día estar sano es algo más, es precisamente tener unos ciertos niveles de bienestar. Existe una intención de buscar esa fuente de bienestar que sabemos que produce una serie de cambios, tanto psicológicos como fisiológicos, que redundan en una salud más duradera. Y prevenir. Es importante recordar que el bienestar ayuda a prevenir enfermedades.
Precisamente, la medicina preventiva parece que es ya otra de las tendencias a tener muy en cuenta.
Sí, cada vez se habla más de medicina y prevención personalizadas. Volvemos a conceptos ancestrales como la ayurveda, o de otras culturas como la egipcia o la griega; se busca el bienestar humano como fuente de salud. Todo lo que tiene ver con la nutrición, con el cuidado a través del agua, el ejercicio, la meditación… todo eso vuelve con mucha fuerza ahora en el siglo XXI para provocar esos estados de bienestar que protejan contra enfermedades y estimulen el sistema inmune o lograr que nuestro sistema digestivo funcione mejor. A partir de la pandemia la gente se ha dado cuenta de que altos niveles de salud son los que realmente condicionan nuestro bienestar y supervivencia.
Ahora somos más conscientes de la importancia de plantear acciones, de manera regular, para conseguir ese bienestar.
Sí, ahora hay una conciencia global de mejorar nuestro sistema del bienestar. Superpotencias como China están buscando una mejora de la calidad de vida de sus ciudadanos y eso hace que haya cada vez más políticas que mejoren nuestro medio ambiente, nuestra cultura diaria, que prestemos atención a lo que comemos y a nuestro tiempo de ocio…
¿Qué nivel de concienciación hace falta entre la ciudadanía?
La sociedad ya es consciente. La pandemia ha ayudado a poner en valor la salud, pero sí faltan las herramientas precisas para llegar a ese bienestar. El concepto está y todo el mundo entiende que es bueno cuidarse, pero a veces nos faltan los caminos que nos llevan a ese autocuidado.
¿Cuáles son las áreas de estudio de la cátedra?
Una de las primeras ideas con las que se fundó la cátedra era ‘la ecología dentro del conocimiento’; esto significa que al principio queremos recopilar todo el conocimiento que se haya producido durante los últimos años sobre, por ejemplo, el efecto del agua, el efecto de la música, de la luz, de todo lo que se suele utilizar en el contexto de un Hammam. A partir de ahí, ver cuáles son los ‘gap de conocimiento’, esas faltas que hay sobre esta temática en concreto y entonces buscar aquellos grupos de investigación de la Universidad de Granada o de otras que puedan ir reduciendo esos vacíos de conocimiento.
¿En qué punto se está ahora con ese trabajo?
Hicimos unas jornadas a principio de año donde se plantearon los objetivos y áreas temáticas en las que la cátedra está especialmente interesada como la musicoterapia o el enfoque psicológico relacionado con el agua. Fue una jornada bastante completa. De ahí salió una propuesta de investigación abierta a diferentes grupos la Universidad de Granada para que pudieran profundizar en alguna de esas temáticas; se financiaron algunos proyectos que estaban alineados con este tema y hemos propuesto un par de ayudas más para sintetizar conocimiento en relación con el uso del agua en diferentes patologías y contextos.
En base a lo que ya han podido avanzar, ¿cuáles son los objetivos a medio y largo plazo a los que podría apuntar la cátedra?
La cátedra debería ir asentándose en lo que denominamos medicina de precisión: analizar cuáles son las preferencias, la genética y el contexto medioambiental de una persona para adaptar las intervenciones terapéuticas a esa persona en concreto. Dicho de otra manera: hay ciertos antiinflamatorios que son buenos para todos, pero hay personas que no los metabolizan bien, así que esas personas necesitan otro tipo de solución. Llevar ese concepto de la medicina personalizada a la prevención a través del agua personalizada: que la persona que llegue a un Hammam tenga un camino específico que le pueda generar mejores beneficios que una experiencia transversal que sea igual para todos. Ese podría ser uno de los objetivos.