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Conocerse a uno mismo permite saber cómo reaccionaremos ante determinados estímulos, ayudándonos a controlar nuestra respuesta emocional en diferentes situaciones. No siempre es fácil gestionar las emociones pero hay formas de hacerlo si aprendemos cómo, ya que puede resultar muy beneficioso desde el punto de vista psicológico y de bienestar.
Importancia de aprender a gestionar las emociones
Aprender a gestionar las emociones puede ayudarnos a desarrollar ciertas habilidades que pueden resultar de gran utilidad en nuestro día a día desde muchos puntos de vista. Esta capacidad puede jugar en nuestro beneficio:
- Nos permite evitar conflictos innecesarios.
- Nos ayuda a priorizar y a evitar distracciones y tentaciones, por lo que nos permite alcanzar nuestros objetivos.
- Permite transformar sentimientos negativos en un cambio de estrategia, de perspectiva o de prioridades para evitar frustraciones, decepciones o tristeza.
- Nos ayuda a aprender de los errores propios y ajenos.
- Contribuye a que nuestras relaciones con otras personas sean más fluidas y espontáneas, sin buscar de forma artificial la aprobación de los demás.
- Nos permite expresar mejor nuestras propias emociones.
- Nos ayuda a comprender a los demás porque nos permite empatizar.
- Gestionar las emociones negativas mejora nuestra capacidad de motivarnos a nosotros mismos.
- Permite desarrollar dotes de liderazgo, vinculadas a todas las habilidades anteriores.
Por tanto, no saber gestionar las emociones nos resta oportunidades de mejorar nuestras relaciones sociales e incluso laborales.
Pautas para aprender a gestionar las emociones
Atraer emociones positivas mejora nuestra calidad de vida. Por eso, aprender a gestionar nuestras emociones es tan importante para contribuir a nuestro propio bienestar, ya que esto nos ayuda a mantener el equilibrio y la armonía.
La pausa y la reflexión son, por ello, imprescindibles en la gestión de las emociones, porque eso nos ayudará a reconocerlas y comprenderlas, así como a conocer los estímulos que las provocan.
Las claves para aprender a gestionar tus emociones son:
- Piensa de una manera más positiva.
- Identifica y entiende por qué te surgen determinadas emociones negativas.
- Sé crítico con tus propios pensamientos.
- Permítete sentir las emociones para poder conocerlas.
- Entiende que tus emociones negativas son una respuesta a algún estímulo.
¿Cómo conseguir todo esto? Podemos aplicar una serie de ejercicios para gestionar las emociones como:
- Mindfulness. La meditación te permite observar tu interior, detectar tus emociones y aprender a gestionarlas. Esto te ayudará, por ejemplo, a reducir tus niveles de estrés.
- Detener el pensamiento. Identifica tus emociones negativas y trata de bloquearlas para evitar que sean ellas las que te paralicen. Ante cualquier miedo, ignorar ‘esa voz’ negativa te ayudará a sentirte mejor.
- Respiración profunda. Este ejercicio permite eliminar el estrés y la ansiedad porque nos obliga a concentrarnos únicamente en llenar nuestros pulmones de aire y relajarnos.
Estos métodos de relajación nos ayudan a gestionar nuestras emociones para transformar situaciones negativas y mejorar nuestra salud mental y emocional. Todo aquello que nos ayude a conocernos a nosotros mismos y a convertir un mal pensamiento en otro positivo contribuirá a la mejora de nuestro bienestar. Dedicarnos tiempo es una buena cura para el espíritu.