Muchos dicen que Madrid es la mejor ciudad del mundo. Que puedes ser de aquí, aunque nacieras en otro lugar. Sabes que eres de Madrid cuando empiezas a llamarlo casa, después de las 500 mudanzas que has hecho en esta ciudad desde que decidieras mudarte. Casa se convierte en un lugar abstracto ubicado en Madrid.
Se dice que sus habitantes te acogen siempre igual de bien; que es una capital castiza, donde los oriundos son gatos, pero también la conforman personas de todas partes de España y del mundo. Madrid es un mosaico de diversidad. Así que, hayas nacido, vivido o pasado una temporada aquí, seguro que te interesa este post.
Sabes que eres de Madrid si…
1- Dices Madriz en vez de Madrid: En esta ciudad todo lo que acaba en d se pronuncia con una z. No hay nada más que añadir. Bueno sí, que la forma de hablar de los madrileños tiene mucha personalidad, aunque ellos digan que no tienen acento.
2- Mides las distancias en paradas de metros: Porque si estás en Lavapiés, estás a cuatro paradas de Legazpi. Te sabes el mapa del metro de memoria, como si caminaras por tu propia casa. ¡Con los transbordos que hay que hacer incluidos! Además, para ti el tiempo y el espacio son relativos: Y es que si eres de Madrid todo “está aquí al lado”. Así que si eres foráneo y estás de visita, no te fíes de la palabra de un madrileño,
3- Dices eso de que el agua de Madrid es la mejor del mundo: Esto es algo que un madrileño defiende en cualquier lugar, no importa que se encuentre en un manantial de reconocido prestigio como Solán de Cabras. De los grifos de los hogares madrileños sale el agua más pura y más fresca de toda España.
4- Siempre vas corriendo a todas partes: Da igual que sea fin de semana o que no tengas que estar en un sitio a ninguna hora en concreto, tú siempre vas corriendo. Caminar a paso rápido, pasar de un metro a un tren de cercanías… Es la inercia de las prisas de la semana y al mismo tiempo, las ganas de hacer planes y aprovechar el tiempo. ¿Lo llevarán en los genes? Eso sí, cuando paseas por Gran Vía y miras hacia arriba, te das cuenta de los edificios tan increíbles que hay y te embelesas contemplándolos.
5- Te dicen gato y te quedas tan pichi: Porque tú sientes orgullo de ser madrileño y todo el mundo sabe que uno de los gentilicios de los habitantes de Madrid es el de gatos. Si quieres saber las diferentes teorías de este mote tan chulapo, te las contamos en su día en nuestro blog y puedes volver a leerlas aquí.
6- A veces se te escapa un “ej que” o un “mazo”: Y da igual que no seas de Madrid e intentes evitarlo, al final caerás, dirás que te gusta mazo algo, que hace mazo de frío o que tienes mazo de hambre. También dirás expresiones como tronco/tronca, majo, menda, mini, piba/pibe, kely, movida o canteo. Además, tú no vas a la montaña, tú vas a la sierra.
7- Presumes de que es la ciudad donde mejor se tiran las cañas: Y cuando vas a Madrid compruebas que es verdad. Las cañitas de Madrid tienen la combinación perfecta por mucho motivos. Todo está perfectamente milimetrado para que mantenga una temperatura de 2ºC. Y y un equilibrio entre espuma, que no pase de los 2 cm, y cerveza, que no tenga exceso de gas. Además, irás adquiriendo conocimientos muy valiosos, como el lugar donde se encuentran los “cutrebares”, donde todo el mundo sabe que ponen las buenas cañas, pero aún las mejores tapas.
8- Dices eso de “De Madrid al cielo”: Pues eso, que como en Madrid no se está en ningún sitio y eso plasma esta frase, que ya se ha convertido en un refrán popular. Aunque hay muchas teorías, parece estar sacada de una obra de Luis Quiñones de Benavente titulada “Baile del invierno y del verano”, donde hay unos versos que dicen “pues el invierno y el verano, en Madrid solo son buenos, desde la cuna a Madrid, y desde Madrid al Cielo”. Porque: “Madrid Me Mata” pero te enamora.
9- No olvidarás esa primera Navidad en la Plaza Mayor en la que, porque aquí, aparte de los complementos típicos de Navidad, puedes comprar pelucas de colores. ¡Porque la gente se las pone como parte de la tradición navideña! Y ya que estás en este lugar tan castizo, por estas fechas no puedes pasar sin disfrutar de un bocadillo de calamares hecho en alguno de sus bares.
10- Como decía Baroja: Madrid es “9 meses de invierno y 3 de infierno”. Te pasas el invierno deseando que llegue el verano para disfrutar del terraceo. Y, cuando por fín llega esta estación, lo hace sin avisar, de un día para otro. Así que tanto deseo de verano se queda en una anécdota y vuelves a querer volver a ponerte la chaqueta. Porque en Madrid lo de la “rebequita por si refresca” no existe. O vas en tirantes o con abrigo hasta arriba. Y en verano los 33 grados de la madrugada no te dejarán dormir.