Poco leemos en la actualidad de los versos que hicieron soñar a nuestros antepasados andalusíes. Aunque fue un género muy cultivado durante aquella época, sobre todo se recuerdan a los autores masculinos. Sin embargo, existieron también en aquella época mujeres poetas famosas que se expresaban con poemas y dejaron constancia de su voz a través de la poesía. Las poetas de Al Ándalus
Poetas mujeres en el siglo XXI
Antes de viajar a Al Ándalus vamos a hacer una parada en un capítulo mucho más reciente de la historia. Durante toda nuestra vida hemos separado mediante dos acepciones distintas a los nombres andalusíes masculinos, de las creadoras de poesía mujeres, poetas y poetisas. Sin embargo, hace unos años, en 2014, un movimiento de mujeres creadoras contemporáneas reivindicaba el término neutro para ambos géneros, poeta. Que ya de por sí ofrecía una forma femenina, acabando en a.
Persona que compone obras poéticas
Si acudimos a la Real Academia de la Lengua Española observamos que, efectivamente, es un término neutro que se define como “Persona que compone obras poéticas”. Estas reflexiones de 21 mujeres creadoras quedan recogidas en el documental de Sofía Castañón, “Se dice poeta”. Y tiene mucho que ver con cómo la historia ha acabado silenciando las voces de estas creadoras a lo largo de los siglos. Nuestra intención es bien diferente, rescatar sus nombres y reconocerlas como lo que fueron, poetas mujeres de Al Andalus.
Hace dos años celebramos el 1300 aniversario de Córdoba como ciudad de Al Ándalus. Organizamos una lectura poética a cargo de la actriz Susana Córdoba y del guitarrista Lin Cortés. En este recital, Susana tuvo en cuenta a una poeta andalusí, la Princesa Wallada. Partiendo de esta referencia hemos encontrado algunos otros nombres que rescatamos para este post.
Poesía andalusí, las poetas árabes
Wallada fue hija del Califa de Córdoba Muhammad III (Muhammad al Mustafaki). Esta princesa Omeya destacó por su gran talento, tanto, que dicen que superaba a todos los poetas.
Disfrutó de una libertad que no era común para una mujer de su época.
Al no tener hermanos varones, todos los derechos reales de su padre recayeron sobre ella, que no tuvo ningún reparo en venderlos, para abrazar la vida que había elegido: ser independiente completamente, sin tener tutela de ningún hombre.
Nunca se casó mi negoció matrimonio. Se negó a llevar velo y era popular por llevar bordados (hay teorías que dicen tatuajes) a ambos lados de su cuerpo, sendos mensajes que proclamaban su rebeldía: “Estoy hecha por Dios para la gloria, Y camino, orgullosa, por mi propio camino” en el lado derecho y “Doy poder a mi amante sobre mi mejilla Y mis besos ofrezco a quien los desea en el izquierdo”.
Participaba de las tertulias poéticas junto con los intelectuales. Su gran obra fue abrir un salón literario donde enseñaba a leer, escribir y recitar a otras chicas pertenecientes a familias ricas.
Este salón se convirtió en un punto de encuentro de intelectuales. Mientras escuchaban debates sobre la actualidad del momento, se podía oler el sándalo quemado y no faltaban abundantes y sabrosos manjares y zumos naturales. Es famosa su relación con el popular poeta Ibn Zaidun, que al visitar su salón se enamoró de ella. Fue mutuo pero, como no podían airear su amor, se escribían versos
“Cuando caiga la tarde, espera mi visita,
pues veo que la noche es quien mejor encubre los secretos;
siento un amor por ti que si los astros lo sintiesen
no brillaría el sol,
ni la luna saldría, y las estrellas
no emprenderían su viaje nocturno.”
Al-Gassaniyya fue una puerta de Pechina, Almería, durante la época de los reinos taifas, A principios del siglo XI.
Aprensión de partida
¿No te acuerdas acaso, cuando
decían que era hora de partir las caravanas?
Corazón, ya no tienes paciencia
para soportar la partida.
Tras la marcha no queda sino la muerte,
pues la vida se carga de tristezas.
Yo solía vivir a la sombra de tu amor
¡entonces sí era agradable la vida!
Y el jardín del amor era florido y tierno:
Noches felices sin reproches,
ni el abandono rompía nuestra unión.
Ojalá pudiera saber
ahora que continuamos separados
si las noches serían iguales a las de antes.
Hafsa Bint Al-Hayy venía de una familia noble de Granada y vivió durante el siglo XII. Fue muy famosa y es una de las poetas de las que más obras se conservan. La llaman la maestra de su tiempo, ya que tenía una gran cultura y acabó educando a princesas almohades en Marrakech, lugar dónde murió.
Por tu vida, no se alegró el jardín con nuestra unión,
Sino que nos mostró rencor y envidia.
El río no aplaudía contento por tenernos cerca
Y cantaba la tórtola sus penas.
No pienses bien como acostumbras,
Pues no obran rectamente en todas partes.
No creo que el cielo mostrase sus estrellas
Salvo para espiarnos.
Aisa Bint Ahmad era cordobesa y venía de una familia rica y culta. Destacan de ellas su gran cantidad de conocimientos y su capacidad para la poesía. no se casó, pero se conserva la respuesta que dio a un poeta que le pidió el matrimonio:
Una leona soy
Y nunca me agradaron los cubiles ajenos,
Y si tuviera que elegir alguno
Nunca contestaría a un perro, yo
Que tantas veces los oídos cerré a los leones
El Al-Andalus fue testigo de un avance con respecto al papel de la mujer en la literatura, ya que había una mayor libertad femenina y esta disciplina le servía para la expresión pública de sus opiniones y sentimientos. Destaca el alto nivel de educación que tenían las mujeres en Al Andalus, superior al estándar que imperaba en el Oriente musulmán de aquella época. También pudo influir positivamente el ambiente de convivencia que había entre las tres culturas en Al Ándalus.
Fuentes consultadas el blog de Jesús Carmena y las poetisas del Al Andalus de Mgr. Kristýna Rendlová.
ES PRECIOSO ME GUSTO MUCHO