El invierno es necesario, un encuentro con el final y el principio que puede hacerse largo, tal vez melancólico por esos días breves y esos fríos extensos. Pero el invierno es necesario porque nos da tiempo para nosotros mismos, para visitar nuestros sentimientos y sensaciones. Es en los espacios de quietud al abrigo de las inclemencias donde el tiempo se dilata y fluye por y a través de nosotros. 

En Hammam Al Ándalus el invierno es también fuente de bienestar, de quietud vigorizante para afrontar un nuevo año con la energía necesaria. Así es el servicio de invierno, un momento único que regalarte antes de que todo vuelva a empezar. Otra vez. 

Relajación a través de contrastes 

El servicio de invierno de Hammam Al Ándalus te llevará a visitar los espacios del Hammam media hora antes del comienzo habitual de los baños, lo que te permitirá vivir las instalaciones de forma más íntima, a tu ritmo. 

En el umbral del Hammam te despojarás de lo exterior para sumergirte en el ritual de bienvenida que te preparará para el masaje de invierno. Porque esta época también puede ser delicada y estimulante, arropadora y confortable a través de 40 minutos de relajación con contrastes de aceites a diferentes temperaturas y manipulaciones con las manos y antebrazos. 

 

Una combinación de sonidos, temperaturas y masajes en torso, piernas, rostro y cervicales te sacarán de la rutina para llevarte a un lugar más experiencial y sensorial en el que las emociones impregnarán cada fibra de tu cuerpo. Será entonces cuando comience el retorno a la realidad, a la luz. 

 

¿Cuántas veces puedo soñar invierno hasta que llegue la primavera?

¿En qué pista de hielo hay que patinar para aprender el lenguaje de la nieve?

¿Cuánta oscuridad recoge la noche?

¿Cuánto frío tiene la oscuridad?

¿Qué significa tiempo?

¿Cuánta luz cabe en la libertad?

¿Existe la libertad?

¿Puedes abrir los ojos dentro del agua? ¿Puedes soñar el agua todo el invierno?

¿Cuántas líneas tiene la pregunta más larga?

¿Cuánto dura la respuesta?

¿Qué significo yo?