Cinemística ha terminado esta semana su quinta edición. El equipo de Hammam Al Ándalus está muy orgulloso de apoyar una iniciativa tan enriquecedora y necesaria como esta. Nuestros baños árabes son patrocinador oficial de este festival de cine con sede en Granada. Hemos hablado con Manuel Polls, su fundador y director. Con esta charla conocimos todos los entresijos de este mes de cine, antropología y cultura.
Hammam Al Ándalus: Este año Cinemística ha versado sobre la abolición del tiempo. Cuéntanos un poco más sobre este concepto.
Manuel Polls: Estamos sumergidos en el tiempo, en este misterioso éter, como lo llamaban los físicos del siglo XIX. En este enigma del tiempo que es un poco indescifrable. Los físicos del siglo XX, los relativistas, hablan de que la mejor metáfora para hablar del tiempo es un río. Un río con muchos relojes y cada reloj lleva una hora distinta. Esa es la metáfora de la relatividad. La mencionó en 1915 Albert Einstein. Y luego hay más teorías: la de cuerdas, la de la relatividad cuántica…
En el campo de la ciencia hay expectativas nuevas, que permiten considerar que esto del tiempo no sea algo tan homogéneo ni tan continuo como se había considerado hasta la fecha. El tema había preocupado desde la antigüedad, desde los griegos. Todo esto está relacionado con la identidad. El antes, el después, el ahora y la duración de una vida, de una relación humana y también de una película. Porque cada vez se está fragmentando más el discurso cinematográfico.
Se proponen obras cada vez más breves. Es muy difícil mantener la tensión porque en la época digital todos estamos apretando botones. Estamos sometidos a una especie de agobio temporal. El cinemista granadino José Val del Omar decía: “si quieres saber lo que es el tiempo, tira tu reloj al agua”. Lo que pasa es que ahora los relojes son sumergibles. Pero si tiramos el teléfono móvil al agua, si lo dejamos aparcado un rato, nos sumergimos en el fluido, en el agua. Y empezamos a entender lo que es el tiempo.
En este sentido han venido físicos, filósofos, poetas y, por supuesto, cineastas, a hablarnos de sus consideraciones. Y nosotros en esto coincidimos mucho con el hammam. Hay que volver a lo contemplativo, a la intimidad de ser de nuevo amigos del tiempo. Para eso tenemos que dedicarnos un poco esta oportunidad personal de aburrirnos de nuevo. De tener un rato para preguntarnos cosas, para sumergirnos en el tiempo. Este ha sido el tema de este año, en un momento en el que los físicos, y en particular los físicos de la física cuántica, se están cuestionando la intimidad del tiempo y del espacio.
Vivimos en la época digital y nos tenemos que poner el reto de vivir despacio para disfrutar de la vida. Lo que se conoce como slow life.
Manuel Polls: Tenemos una serie de alucinaciones, la alucinación del presente y de la simultaneidad, pero la simultaneidad es un espejismo y el presente no es lineal y tiene un espesor. Es el gran misterio por dilucidar de la humanidad: el espacio-tiempo. Y al lado de todo esto hay una fragmentación de los discursos artísticos y cinematográficos también.
Muchos festivales ahora proponen cortometrajes de un minuto y pronto serán 30 segundos. Y para decir según qué cosas o para reflexionar sobre según qué temas hace falta un discurso de una mayor duración. Nuestro festival deja a los autores todo el tiempo para que se expresen como sea necesario. Es hacernos amigos del tiempo. Val del Omar decía, “mi dios es el tiempo”.
Eso lo cumplís muy bien porque vuestro festival dura un mes
Manuel Polls: Hay certámenes que duran 4 o 5 días y el resto del año estamos todos muy alejados de lo cinematográfico. Y lo cinematográfico juega un papel crucial en nuestra sociedad. Todo cambiaría mucho y para mejor si volviéramos a esa cinematografía crítica, que nos enriquece, como cualquier buen libro o cualquier buena música clásica. Por eso hacemos este festival tan largo. Lo ideal sería que cuidásemos esas imágenes a diario, al igual que comemos y respiramos.
Hammam Al Ándalus: ¿Qué película crees que ha sorprendido más y por qué?
Manuel Polls: El jurado de Cinemística es internacional y coincidimos mucho con los criterios. Ha habido una gran afinidad entre todos a la hora de premiar los trabajos. Hemos destacado Out of the gardens, que está rodada en la Antártida por Quimu Casalprim, un catalán que vive en Alemania. Es un documental alucinante sobre la Antártida, con producción alemana. Una tierra de nadie, donde el tiempo es completamente distinto y donde no hay fronteras ni nacionalidad. Es un continente de la humanidad. Es un largometraje extraordinario.
La película japonesa, The albino’s trees, de Masakazu Kaneko, una película exquisita, de planos largos, que nos dan tiempo a pensar, al mismo tiempo que la estamos visualizando. Yo siempre digo en broma que este festival no tiene público ni quiere tenerlo, que lo que quiere tener es espectadores, muchísimos, y que respeta que cada espectador vea su propia película, y le dé tiempo a pensar.
Tales of two who dreamt, es una película, de tema antropológico, que firma el mexicano Nicolás Pereda. Cuenta la historia de unos gitanos húngaros en Canadá. Está rodada en blanco y negro y en celuloide, en una época en la que todo el mundo lo hace en digital. Es exquisita.
Of time and the see es una película de Malta, filmada en maltés por un director australiano. Está rodada en los acantilados de Malta con el océano y el mar siempre como metáfora de eternidad, el agua como metáfora del paso del tiempo.
Todas estas películas se han estrenado en España, en Cinemística. Ninguna de ellas se había proyectado antes en nuestro país.
Hammam Al Ándalus: La antropología tiene mucha importancia en este festival, prueba de ello es la semana que dedicáis a la Semana de Cine Antropológico. ¿Cuál es el objetivo de este ciclo dentro de Cinemística?
Manuel Polls: El tema antropológico es fundamental en Cinemística. La Semana se inauguró con una conferencia del profesor José Antonio González Alcantud, que es uno de los grandes pioneros de la antropología social en Andalucía y en España. Y nos habló del tiempo en la antropología, de la importancia del ritual y de la conservación de ese tiempo interior del ritual, personal y colectivo, que no se ha suplantado por tiempos ajenos.
Esto es fantástico y hay muchas películas de cine etnográfico y de cine antropológico. Nation of masks, rodada en el sur de Senegal, en unas fiestas tribales muy impresionantes con máscaras. También hay cine español rodado en los Pirineos. En fin, en sitios recónditos. Cinemística es de los pocos festivales en España, junto con Huesca, que tiene un espacio dedicado al cine antropológico.
Se están perdiendo muchos ritos. El tema del rito es fundamental en nuestro festival y el acercamiento del tiempo, sagrado para uno, profano para otros. La antropología, en el fondo, estudia ritos colectivos y también individuales.
Hammam Al Ándalus: Este año el festival celebra su quinta edición y cada año suma más sedes. Háblanos sobre las otras ciudades que acogen este evento.
Manuel Polls: Ha habido un fin de semana de proyecciones integradas en el Festival de Cine de Autor de Rabat, en Marruecos. Es un festival con un tipo de programación muy similar a Cinemística. Se han proyectado títulos de nuestro festival. Ha sido estupendo estar allí. Hemos visto muy buenas películas. Los directores artísticos estuvieron también en Granada durante la inauguración y participaron en las mesas redondas. En Cinemística siempre planteamos una búsqueda de Oriente.
Los galardones del festival son “la lupa y el imán”. El imán es el magnetismo, lo invisible, la intuición, y simboliza a Oriente. La lupa es lo visible, lo racional, lo lógico, y simboliza a Occidente. Este es el punto de encuentro entre Occidente y Oriente. En esta búsqueda de Oriente por el Mediterráneo también ha habido un fin de semana con proyecciones en Marsella, ciudad marítima y cosmopolita, para niños y para adultos. En uno de los videclubs más famosos y cinéfilos de Francia, núcleo de resistencia para este tipo de cine que nos interesa, Video Drone 2.
También ha habido una semana de proyecciones en la sede Iquitos, en el corazón del Amazonas de la ciudad fluvial por excelencia. Esta ciudad sigue como sede gracias a un grupo que lidera Julio Trina Blanca, un granadino que está allí. Ha creado una asociación que se llama Such a cine. Y se han proyectado muchas películas.
Y la intención es un poco esta, encender lucecitas en distintos lugares mágicos del mundo y que haya una cartografía bella de lugares donde nos reúne este deseo de recuperar buenas imágenes y de compartirlas juntos. En contra de esto de encerrarnos en una habitación, proponemos ir a un sitio que es común y bañarnos en algo que nos une, como propone el hammam, que es esta especie de océano de los sueños del cine. Esto está muy bien porque no tiene fronteras. Es un lenguaje universal y es muy alentador que desde Granada haya faros a otras sedes y que estemos hermanados. Es muy bonito.
Hammam Al Ándalus: Tiene que ser muy satisfactorio.
Manuel Polls: Lo es, sobre todo cuando se proyectan las películas y ves esa maravilla y lo que decíamos del tema antropológico. Creo que el cine es el gran tema antropológico del cine en occidente. Nos reunimos todos a oscuras, en un lugar juntos, como si fuera una choza de una tribu en el Amazonas y un haz de luz atraviesa ese espacio oscuro y en un lienzo blanco se proyecta lo que ha soñado otra persona. Es un rito absolutamente antropológico de los siglos XX y XXI. Es fantástico que sigamos teniendo el placer de disfrutar de las proyecciones.
El cine ya no es un arte de masas, es un arte de personas. Cuidar a cada persona y espectador ha sido el desafío de estos cinco años. Es algo muy laborioso, pero tiene muchas facetas positivas. Además esta última edición ha sido financiada por crowdfunding, por micromecenazgo en diferentes categorías. El hammam ha sido patrocinador principal, pero luego ha habido gente que ha puesto diferentes niveles, a partir de 10€. Todo ha confirmado que es un festival que está vivo, que no es un artificio y que las personas se han comprometido con ello.
Añadir que un año más el tema del tiempo nos reúne, en la filosofía. Luego ya sabemos que en la práctica a todos nos toca trabajar más de la cuenta. Pero el ideario de fondo del hammam, que el año pasado era con el agua, pero es que con el tiempo volvemos a estar en esta gran afinidad. Y por eso a mí me alegra mucho que podamos seguir colaborando. Y que es algo mágico porque no solo ocurre como una relación comercial, sino que es una conexión con más fondo porque si no no estaríamos haciendo esto.