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Existen muchas formas de explorar un museo, de adentrarse en sus pasillos para empaparse con su propuesta cultural. Hay quienes tienen fijación por un artista o periodo determinado; otros prefieren deambular, dejándose llevar por reclamos fortuitos que se abren camino a través de siglos de historia. Visitar un museo puede abrumar, sorprender, emocionar… pero en raras ocasiones deja indiferente.

Mucho menos cuando se visita con un destino preciso como el que propone Hammam Al Ándalus con su ‘Camino del Agua’, un viaje por la historia del arte con el elemento vital como conector de cada pieza pictórica, que ya se se puede disfrutar en el museo nacional Thyssen-Bornemisza.

Hamamm Al Ándalus, patrocinador del Museo nacional Thyssen-Bornemisza.

El universo de Hammam Al Ándalus va mucho más allá del bienestar, la relajación y la salud como propuesta para sus usuarios. El fomento y disfrute de la cultura forman parte intrínseca de la marca desde el momento de su nacimiento, como una forma de recoger también esa tradición andalusí que es origen de los baños árabes.

En esta filosofía encaja el reciente patrocino que Hammam Al Ándalus ha cerrado con el Museo nacional Thyssen-Bornemisza, una alianza estratégica de la que nace el ‘Camino del Agua’, al que ahora te invitamos a que te asomes, siquiera para que te salpique la curiosidad por verlo en primera persona.

Obra del museo Thyssen Bornemisza 2

Un viaje sensorial por relación de la humanidad con el elemento vital

“En el mundo árabe se desarrolla una cultura en torno al agua absolutamente fundamental”, explica Elisa Sopeña, una de las maravillosas guías del Thyssen, mientras señala ‘La piscina probática’ (1724), de Giovanni Paolo Panini, que forma parte de los 16 cuadros del ‘Camino del Agua’: “este cuadro nos introduce en la idea del agua como sanación; vemos una piscina excavada que se convirtió en el escenario de un episodio fundamental”. Ese episodio hace referencia a la milagrosa sanación de la que se da cuenta en el Nuevo Testamento, cuando una persona incapacitada que se introduce en una piscina sale completamente recuperada de su dolencia.

“Les advierto que ahora cambiamos absolutamente de temática en la sala siguiente”, advierte Sopeña para introducir a los visitantes en la siguiente obra: ‘La ninfa de la fuente’ (1530-1534), de Lucas Cranach el Viejo. La obra muestra a una mujer desnuda recostada plácidamente a orillas de un lago, todo un ejercicio de sensualidad unida al agua y la naturaleza.

Un paso más allá va Jean-Batiste-Camille Carot con su ‘El baño de Diana’ (1869-1870). El cuadro representa a la diosa Diana bañándose en un entorno natural y mostrando toda su figura en un provocativo gesto con el agua como protagonista.

Obra del museo Thyssen Bornemisza 3

Salud, erotismo, comercio, poder… son algunas de las temáticas propuestas en el «Camino del Agua»,  que también hace un repaso por la historia del arte, incluso del arte reciente, como muestra la inclusión del sorprendente ‘Mujer en el baño’ (1963), de Roy Lichtenstein. El empleo de la técnica de puntos ‘benday’ contrasta radicalmente con muchas de las obras pictóricas escogidas para este recorrido. Es lo que le da a esta propuesta cultural se contraste tan interesante, uno llamado a sorprender a quien se quiera dejar seducir por esta propuesta cultural de Hammam Al Ándalus.

¿El resto de las obras? Esas se quedan esperando, pacientes, a que el visitante les dedique un rato de su tiempo en su próxima exploración del Thyssen-Bornemisza.