600 años atrás, en Anatolia, Turquía, las mujeres y los hombres cubrían su cuerpo con un pestemal durante el ritual del hammam. Las cualidades de esta prenda son tan extraordinarias, que seis siglos después sigue siendo imprescindible y su uso ha trascendido las bondades del baño turco.
El pestemal es una toalla turca tradicional, que en sus orígenes estaba tejida artesanalmente con hilo de algodón por el telar de las mujeres del este del Mar Negro y las regiones del Mar Egeo. Su versatilidad y su belleza hacen que esté de plena actualidad. Incluso las celebrities (Demi Moore, Jennifer Aniston…) hacen uso de ella durante sus vacaciones. También es muy usada por bañistas de playas tan idílicas como Saint Tropez o Cannes.
El pestemal en el hammam
Esta prenda de gran longitud es la auténtica toalla usada para el baño turco. Comenzó utilizándose para cubrir el cuerpo durante una parte de la experiencia hammam. Y todavía hoy en la actualidad es parte fundamental del atrezzo de este ritual. Las mujeres se lo pinzan desde las axilas y los hombres desde la cintura.
En sus orígenes, incluso sultanes de la dinastía otomana llevaban un pestemal durante esta experiencia. Las antiguas tradiciones turcas dicen que los enamorados que decidieran contraer matrimonio, se regalaban el uno al otro un pack conformado por muchos presentes, teniendo como artículo fundamental un pestemal.
Versátil e imprescindible
Hay prendas que llegan a nuestra vida para quedarse. Parece que tuvieran el poder de tatuarnos su historia. Nos hacen sentir bien y nos quedan de maravilla.
El pestemal no es una toalla cualquiera. Eso lo sabes incluso antes de tocarla. Sin embargo, hasta que no lo pruebas, no sabes que su uso era imprescindible en tu vida. Este paño rebosa clase e historia.
Sus diseños son muy variados, pero todos destacan por ser coloridos y distinguidos. Es delicado en su estética, pero también en su tacto. Se entiende muy bien cuando sabemos que está hilada con algodón o lino. Aunque en la actualidad hay algunos pestemales que están hechos de bambú. Esto hace que, además, sea muy ligero. Por eso, aunque su longitud sea bastante amplia, podrás doblarlo fácilmente y llevarlo cómodamente en cualquier parte como compañero de viaje imprescindible. No pesa apenas.