“El flamenco es universal porque está hecho de raíces y alas. De raíces que vuelan y de alas que arraigan. Por eso el aire huele a tierra cuando lo rasga un quejío. Y la tierra huele a sangre. Y la sangre huele a mar. Y la mar a muerte. Y la muerte a vida. Como si contuviera todos los gozos y las penas, de todos los hombres y mujeres, desde antes de que existiera el tiempo”, Antonio Manuel, Flamenco, arqueología de lo jondo.
A veces un libro es mucho más que una recopilación de hojas y letras. Flamenco, arqueología de lo jondo es una emocionante defensa de su autor, Antonio Manuel, a la memoria. De las raíces andalusíes, moriscas, gitanas y negras del flamenco. Un homenaje escrito de la forma más elegante y poética. Sin descuidar la rigurosidad de los datos que conforman la historia. Por eso, este trabajo es como una joya que hay que leer con mimo. Deleitarse entre sus páginas. Y releerlas una y otra vez. Para embriagarse de la belleza de sus palabras. Y también para aprender de los datos que el autor nos lanza.
«El origen del Flamenco lo lleva escrito en su nombre. Y en el nombre de sus palos. Y en el nombre de las mujeres y hombres que lo han conservado en su garganta, en sus manos, en sus pies, en el alma. Porque las cosas existen cuando se nombran. Y sólo cuando se nombran existen. Desde la estrella más alejada del firmamento a la partícula más ínfima de la materia. Sólo lo ajeno al ser humano carece de nombre», podemos leer en uno de sus capítulos.
Antonio Manuel hace un repaso a los palos del flamenco. Y viaja hacia el origen de los nombres porque allí es donde podemos encontrar el manantial de lo jondo. “Del que han bebido generaciones enteras, cantando al dolor y a lo sagrado, en andaluz y de memoria”. Flamenco, arqueología de lo jondo es mucho más que un libro sobre flamenco. Es un rastro hacia las llaves de los orígenes.
Flamenco, arqueología de lo jondo es el resultado del trabajo del profesor, novelista, músico y entusiasta defensor de la Andalucía andalusí, Antonio Manuel. Y de la editorial Almuzara, especializada en publicar libros sobre lo andaluz y lo flamenco. Como Los gitanos flamencos o El flamenco a la luz de García Lorca. Con epílogo del guitarrista de flamenco español, Manolo Sanlúcar. Y un glosario final sobre la etimología y el significado de palabras imprescindibles en el campo flamenco.
A través de sus dieciocho capítulos, que son como pequeño ensayos, Antonio Manuel nos va desgranando rasgos que conforman la sociología del pueblo andaluz: su lengua, su sentimiento de dolor y también de libertad y el orgullo de pertenencia. Nos deja huellas para que podamos profundizar en ellas.
“La memoria, como el amor y la libertad, se gasta de no usarla. Y si todavía seguimos usando todas estas expresiones Flamencas se debe a que no dejaron de usarse entonces, cuando las gentes del bronce conocían su significado y el peligro de pronunciarlas. Siglos y siglos después, nadie ha roto la cadena entre aquella rebeldía consciente y la memoria inconsciente que la ha mantenido viva. Quien grita ‘agua’ al cantaor le está pidiendo que cante más alto en algarabía ‘aqwà’. Igual que antes. Igual que ahora. Y este milagro ha sido posible gracias a los héroes anónimos que desafiaron al olvido en esos años de represión y a las generaciones que han respetado su recuerdo gritando agua hasta hoy, sin pararse a pensar un momento en el sentido de la palabra.