La verdadera alquimia era el amor. Por medio de él se enciende el fuego dentro de los corazones. Por medio de él se ilumina el pensamiento. Por medio de él se mantienen con vida aquellos que se han ido.
«Mi negro pasado» (2017), Laura Esquivel
Dicen que cada uno de nosotros viene a este mundo con un don, también dicen que cada persona tiene una misión en la vida. Hay seres humanos que se caracterizan por su filantropía y no pueden parar de imaginar cómo podrían hacer de la ciudad en la viven un lugar mejor, y trabajan en esta dirección, para que sus habitantes puedan disfrutarla plenamente. Desde hace 30 años, Córdoba tiene la suerte de contar con la labor de Salma Al Farouki, que por entonces comenzó un proyecto de recuperación y conservación de la memoria andalusí en la Torre de la Calahorra, continuando después su trabajo con creaciones como la Casa Andalusí. En octubre de 2017 inauguraba en un espacio contiguo Al Iksir, el primer Museo de la Alquimia en nuestro país, que volvió a reabrirse el pasado 17 de febrero.
La influencia de la alquimia sobre la ciencia moderna
“La alquimia verdadera es la transformación del alma”. Sobre esta afirmación de Salma Al Farouki se sustenta la esencia de Al Iksir, ya que, como explica, esta ciencia ha sido muy importante en Andalucía. Además de reunir a grandes figuras de todas las religiones, sobre ella se sustentan muchas disciplinas como la medicina, la filosofía, la astronomía o la astrología.
Con la apertura de este museo, situado en la Calle Judíos, nº14 de Córdoba, Salma desea, sobre todo, que las nuevas generaciones comiencen a empaparse de esta ciencia que explica tanto sobre la historia de la ciudad. Otro de los objetivos es “dar a conocer la historia de la alquimia y contribuir a la divulgación de una disciplina que aún sigue viva”.
Alquimia, ciencia y arte
“La Alquimia es una ciencia ancestral y sagrada, pueden rastrearse sus símbolos y conceptos en tradiciones y culturas tan dispares como el antiguo Egipto, la China antigua, el ayurveda hindú o la tradición celta, coincidiendo notablemente su desarrollo simbólico y conceptual, más allá de las diferencias culturales”, podemos leer en la web del Museo de la Alquimia de Córdoba.
La espagiria, imitación de la naturaleza
Yabi Abur Omar fue un filólogo y maestro espagirista que recuperó el saber espagírico de Al Ándalus a finales de los 80 en Granada. Este museo está dedicado a su memoria y enseñanzas. Esta singular palabra procede del griego “spao” y “ageiro”, que podemos traducir por separar y unir.
¿Qué hace el espagirista? Como la naturaleza, el esparagista descompone o separa lo impuro y reúne las partes en un estado más perfecto o armónico, según el número, peso y medida. De esta manera obtiene medicinas portadoras del “Spiritus Mundi” o fuerza de la vida en una modulación concreta, que le ayudan a salvar al enfermo, según lo necesite. Por lo tanto, la espagiria es alquimia con un propósito más sencillo.
Un museo para descubrir otra parte de Córdoba
Al Iksir se compone de una zona expositiva con vitrinas, de un laboratorio, de un salón de conferencias y de una azotea que servirá como observatorio para actividades dirigidas a los más jóvenes. Su horario es de lunes a domingo, de 10.00 a 19.00 horas y el precio es de 6€ (3, si eres cordobés). La visita se realiza con una tablet que va explicando mediante audios y textos en español o inglés.
Sin duda Al Iksir es una visita obligatoria para conocer una parte muy importante de la historia de Al Ándalus cordobesa, cuando la alquimia tuvo su momento dorado en la Córdoba califal. Un legado muy rico que nos dará pistas sobre esta ciencia que un día reinó sobre todos los métodos científicos por acoger bajo su paraguas a la mayoría de las ramas del conocimiento.